Entrevista a Roberto Gallego, autor de Cierra los ojos y mira, una obra llena de ilusiones, esfuerzo, sueños y esperanza
Roberto Gallego es un narrador, poeta, escritor de obras cómo El jardinero de estrellas (2016), Manual de maletas y sueños (2014), Vía Jamás (2017)… Pero no es sólo esto, es un artista completo, uniendo música y escritura, colaborando con Save the Childen y la ONCE, en el caso de esta obra, colaborador en diferentes revistas… Qué más decir, un artista completo.
No es la primera vez que entrevistamos a Roberto Gallego, es un placer ver cómo sus obras nacen y desde Europea Media podemos verlas, escucharlas, leerlas… Cierra los ojos y mira llega en un momento de cambio, dónde todo el mundo está patas arriba, y lo que más necesitamos es esperanza. El personaje de esta obra, Ulises, nos llevará a través de un viaje dónde veremos cómo consigue luchar contra las dificultades que se le plantean en su camino.
P: ¿Cómo fue el proceso de creación de esta nueva novela?
R: Esta novela ha contado con un desarrollo atípico; la he mimado durante meses y meses ajena a cualquier recomendación sobre el periodo de lanzamiento. Inicialmente fue un relato corto de apenas dos, tres páginas, y después cuando percibí que había un camino interesante por donde avanzar la fui creando a retazos entre los proyectos que tenía vigentes en esos años, que han englobado desde El jardinero de estrellas hasta Vía jamás. Cuatro años de ciudad en ciudad conviviendo con esta historia y sus personajes entre presentaciones, bares y hoteles.
P: Me gustaría destacar la colaboración con la ONCE: Cuéntame un poco cómo surgió la colaboración, el proceso…
R: Mi contacto inicial con la ONCE se debió al interés de documentarme para la novela que, aunque ya la tenía escrita, quise ahondar más en los detalles que me pudieran ofrecer de primera mano personas que habían perdido el sentido de la vista. Ahí fue cómo, al margen de nutrirme de matices en los inconvenientes y perspectivas de un ciego en la sociedad, conocí a personas maravillosas. Jesús, muchacho que regenta el puesto de cupones de Antón Martín, y Teresa, la directora del museo tiflológico de Madrid y la cual todo ha sido siempre amabilidad y puertas abiertas. Ella fue quien en un acto casi mágico encontró parecidos más que razonables entre la vida de Ulises y la del conocido fotógrafo ciego Juan Torre. Me puso en contacto con él y esa misma tarde le llamé. Desde ahí nuestros lazos personales y profesionales no han hecho más que crecer. En base a Cierra los ojos y mira una exposición fotográfica a cargo de él está en proceso de creación.
P: ¿Quiénes han sido tus inspiraciones/referentes para escribir este libro?
R: Mi gran objetivo a la hora de desarrollar la novela era crear una historia de lectura fácil con un anzuelo continuo de aventura, pero que a su vez estuviera nutrida de grandes aportes artísticos. De ahí que con la excusa del entretenimiento más liviano me sirviera de referentes como Gloria Fuertes, Kalih Gibran, Charles Chaplin, los Rolling, Pablo Picasso… provocando un acercamiento cultural al lector con una especie de crisol multidisciplinar.
P: ¿Cómo surgieron los personajes desde tu imaginación?
R: Aunque me caracterizo por ser un escritor muy visual, en esta ocasión mis esfuerzos se redoblaron. Quería transmitir con palabras todas esas imágenes que ciertos personajes no podían apreciar. De ahí que en la modelación y tejido de cada uno de ellos me los imaginaba plasmados en una pantalla de cine; ahí me detenía y observaba su ropa, su flequillo, los gestos a cada reacción, su sonrisa. En este aspecto quiero destacar el trabajo encomiable de Sara, mi editora, y en general de todo el equipo de Hilatura. Gracias a ellas las labores más tediosas del proceso de corrección han sido una tarea simple y llevadera.
P: ¿Qué les dirías a escritores que están a punto de despegar para que ellos naveguen en las dificultades como los personajes o incluso cómo tu mismo (en el caso de que te hayas encontrado con alguna)?
R:Yo siempre he sido una persona con suerte y he de decir que no he tenido grandes dificultades, o si las he tenido, me han parecido obstáculos necesarios para crecer. Lo único que les podría decir a alguien que se embarca en un viaje así es que, como todo lo que se realiza con pasión, se deje hasta la última gota de tinta y de sangre en esto. No hay otro modo de ser real para que la conexión con el público no sea efímera.
P: A hilo de la novela, conflictos entre culturas o sociedades, ¿Cómo ves el panorama actual mundial en un año con tantos cambios?
R: Nunca me hizo ilusión vivir un acontecimiento tan cruel propio de los libros de Historia, pero qué se le va a hacer, en estas estamos. El panorama no es nada halagüeño, obviamente, pero ya tenemos demasiada oscuridad y malas noticias a diario como para no apreciar y valorar con ojos enormes los grandes esfuerzos de personas anónimas en todo el planeta. Qué decir de las doctoras, enfermeros, docentes, transportistas, limpiadoras… todo un ejemplo. Pero si con alguien me tengo que quitar el sombrero es con los niños y las niñas. Una vez más, nos superan. Las leyes siempre les dejan de lado, se les cohíbe de bienes esenciales como lo son un parque o un abrazo, y aun así, son ellos los que emanan energía y vencen al miedo nutriendo de esperanza a las familias.
P:¿Cómo lucharía Ulises contra las dificultades actuales?
R: Se enfrentaría a esta situación de dos modos. Por un lado a través de las redes sociales estaría conectado con la actualidad de otros países y escribiría en prensa, entraría en directo en la radio, para ofrecer criterio luchando contra la pandemia de las fake news y toda esa porquería que con tanta intención nos contamina a nivel global. Y por otro lado estoy seguro que aunque las restricciones no se lo permitieran, se saltaría las normas para llevar medicamentos a la vecina del quinto derecha, donaría mascarillas a la asociación de su barrio y sería voluntario en los repartos de comida de quien lo necesitara.
Marina Elena