Antón Castro, premio Nacional de Periodismo Cultural fue otro de los invitados a la XXV Semana de la Comunicación. Luis Guerra, presentador de este encuentro, define a Castro como «magnífico poeta» y en su pueblo, al caer la noche solían contarse una cantidad de novatadas a las que él temía, pues es pacifista. A raíz de esta experiencia se involucró en un colectivo en Zaragoza en 1978 para pertenecer a un grupo que hace un llamado a concientizar sobre hechos agresivos y contrarios a su deseo en el mundo.
Tan solo nueve años más tarde, tuvo la oportunidad de hacer una entrevista a Nestor Lujan, periodista, gastrónomo y escritor español, donde le ofrecieron hacer prácticas, y es donde comienza según sus palabras: «la como la explosión del nacimiento de mi talento en el periodismo».
Antón Castro, crítico de arte y ganador del premio Nacional del Periodismo Cultural en el 2003, había sido muy próximo a Gerardo Diego Cendoya, poeta español, por lo que le propusieron tras su muerte, escribir un artículo a fondo sobre la vida de Gerardo, que tuvo bastante éxito.
El plató de la Universidad Europea de Madrid, y los espectadores presentes, se sensibilizaron escuchando a Castro al exponer en palabras su trayectoria desde sus inicios, como quien ve su película favorita por primera vez, con la misma pasión que lo caracteriza.
El director del suplemento Artes y Letras del periódico Heraldo de Aragón, se sincera sobre la pausa de los colaboradores durante el periodo de la crisis , afirmando que no es un hecho que lo enorgullece. Sin embargo, aclara que tienen numerosos colaboradores alrededor de toda España, a los que les exige mucho y acaban seleccionando lo mejor.
El Heraldo de Aragón, periódico que antiguamente vendía alrededor de 60 mil ejemplares, y ahora 20 mil, tiene el privilegio de contar con una persona como Antón Castro, pues confiesa que es tan apasionado por lo que hace, y dedica tanto a pesar de no estar bien posicionados en las redes, que a veces olvida tener nietos, hijos y una esposa esperándolo en casa.
En sus suplementos, intenta mantener un equilibrio de material para muchos lectores: arte nuevo para los jóvenes, donde incluye el arte híbrido y eléctrico. Intentando así crear un suplemento que aunque genere crítica, sea producto de conversación.
Ha tenido que trabajar tanto a favor como en contra del avance surgido entre Aragón y Zaragoza de nuevos talentos especiales referentes al arte, permitiendo que los suplementos sean una manera de dialogar con los lectores y espectadores.
“A veces dudas del suplemento que tienes que desarrollar por encima de otros. El proceso de selección es el más difícil, porque este tiene que tener una mirada contemporánea, con el fin de generar lectores” agrega el escritor.
Culmina su sesión de la mejor manera, aconsejando a los estudiantes a apostar por sus altas capacidades, si bien es cierto, el periodismo de hoy en día requiere evaluar bien la interpretación de la realidad del mensaje, pues esto a veces lleva a cometer grandes errores. Dice, además que hay una crisis grande de lectores, y sin embargo cada semana se abren nuevas editoriales, recuerda también que la clave para llegar a un verdadero público, que a veces es reducido pero fiel, es buscar para quien se trabaja y a quien se quiere dirigir.
A su vez, cuestiona a la juventud dentro del plató explicando que muchos de los estudiantes de periodismo de hoy en día aspiran tener artículos publicados en periódico de papel, y sin embargo no lo compran.
“No hay ni que despreciar el éxito, ni pensar que todo lo que tiene éxito es lo mejor. Siempre existe un libro, un cuadro, etc, para cada uno, y el punto es buscarlo, pues la clave de la vida es la curiosidad. No se puede dar periodismo falso y traicionero, porque eso acaba con la sociedad”, palabras que pusieron de pie a toda la sala.
Por: María Teresa Vieira, Manuela Barney, Stefania Salvador, Alejandro Felpeto.