Parece que en los últimos tiempos los españoles estamos siendo testigos de algunos eventos que pueden alterar el rumbo de lo que debería ser el camino para un apacible futuro. Me refiero, por supuesto, a los sucesos que de una forma u otra están afectando a la política de nuestro país, a la manera en que los españoles entendemos la misma y a como participamos del modelo democrático por el que nos regimos. Se plantean cuestiones en la prensa y en las redes sociales, el resultado de las Elecciones Europeas representa, tal vez, la crisis del bipartidismo al tener que enfrentarse el PP y el PSOE a un electorado descontento. O quizás nos enfrentemos en breve a un cambio brusco, debido a la decadencia de la política española y la mala acogida de las medidas aplicadas por los últimos gobiernos. Una de las pruebas más evidentes de este cambio es el resultado de las Elecciones Europeas donde los dos partidos mayoritarios perdieron una considerable cantidad de escaños en favor de partidos minoritarios como UPyD y Coalición por Europa con cuatro y tres escaños respectivamente, o Podemos, que se convirtió en la sorpresa de las elecciones con cinco escaños para la Eurocámara con apenas tres meses de vida. Otra de las pruebas de lo que nos espera es la reciente abdicación del Rey Juan Carlos, quién no especificó los motivos de su inesperada decisión, pero ¿Quiénes somos nosotros para pedirle explicaciones a un rey? Tras hacerse pública la noticia pudimos presenciar el hervidero en las redes sociales de aquellos que clamaban por la III República y por un referéndum inmediato y que esa misma tarde salieron a la calle a manifestar con su presencia en las plazas su deseo de poder elegir por si mismos a un Jefe de Estado. Tampoco faltaron, por supuesto, los grupos que defendían la monarquía y a Felipe VI. Hoy en día es muy fácil ser de izquierdas o de derechas, queda muy bien cuando hablamos con los vecinos si nadie sabe que en realidad no tenemos ni idea de lo que decimos. En realidad ni un lado ni otro funcionan en este país, existe un sector de la sociedad española, que no es pequeño precisamente, que piensa que estábamos mejor con la dictadura y recuerdan tiempos mejores con nostalgia, además de tener un Gobierno que presiona con políticas de austeridad pero es incapaz de predicar con el ejemplo. Y por supuesto la izquierda española, que no consigue que sus ideas cuajen ya que su máximo representante no se puede clasificar en la izquierda, a pesar de denominarse socialistas. Todo esto desemboca en el descontento general, provoca que la gente pierda la poca fe que les quedaba en los políticos incapaces de aportar soluciones reales. Soluciones que lleven a la igualdad, a una meritocracia real, donde el dinero de la familia no decida tu futuro. Quizás nos estamos acercando hacía un futuro prometedor, quizás un crisis política traiga tras de si innovadoras formas de hacer las cosas y volvamos a confiar en nuestros políticos. O tal vez nada cambie y este es el camino que nos lleva al desastre. Pablo Macías.
Copenhagen commemoration
More than 30.000 people gathered last Monday in Copenhagen to memorialize the victims of the shootings in the Danish capital on the 14th and 15th of February. Present with the crowd were the Crown prince and Prime Minister of Denmark, the Swedish Prime Minister, the mayor of Paris and one of the writers of the […]