Para Curro Castillo la radio es un auto de fe. Periodista, comunicador versátil. En las ondas de radio desde 1981, tiene experiencia en multitud de campos de la comunicación como la prensa, los medios digitales, la televisión y las productoras discográficas y audiovisuales. Visitó el pasado viernes 23 de Enero los laboratorios de radio de la UEM para dar una charla a alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales  y Comunicación.

Pregunta: ¿Qué destacas de tu carrera profesional que te haya hecho sentir más realizado y feliz?

Respuesta: La radio. ¿Con qué me quedo? Con esto último que estoy haciendo («Hoy en Madrid Finde» matinal en OndaMadrid). Vengo del periodismo sesudo: Reportajes, investigaciones, política y políticos… Qué está muy bien y me gusta mucho, pero en realidad, la dificultad de crear un formato como este, ponerlo en marcha, consolidarlo y tener un feedback, ya es la leche, pero en realidad lo que me está enseñando es que hacer que la gente sufra es muy fácil. Recoger su sufrimiento para convertirlo en más información es muy fácil y muy necesario y hay que hacerlo todos los días, que no es discutible, pero lo que es muy difícil muy difícil es que alguien te acepte como un agente externo, ajeno a su vida, que eres capaz de generar un momento pequeño de bienestar. Que me hayan dejado investigar como demonios se puede conseguir hacer eso, es la bomba. Y si verdaderamente lo he conseguido con uno, esto tiene que ser la traca. Lo he podido intentar, me quedo con eso. Es lo más difícil con mucha diferencia, a lo que me he enfrentado en toda mi vida. Y solo radio en COPE… Aquellos dos años fueron muy duros, pero fueron muy rentables, aquel programa nació con 25.000 oyentes y acabó con 500.000. Y en este caso ni me importa eso. No se trata de eso, se trata de que hay una sociedad que sufre, mucho, por razones muy objetivas, y se trata de que necesita gente desde los medios, que al tiempo que le cuenta la verdad, también se preocupa porque tenga un bienestar emocional y que consiga equilibrar el mal rato de muchos años, y muy terrible, que lleva padeciendo. En este momento no es un trabajo, debe ser una vocación. Si tengo que quedarme con algo, clarísimamente es con la posibilidad remota de que alguien que no me conozca haya sido capaz de sonreír con un chiste malo con buena voluntad. Pero hasta para contar un chiste malo delante de un micrófono hay que echar un par.

¿En qué campo de la comunicación te has quedado con ganas de profundizar?

En la televisión, y sigo investigando. Algunas cosas se han quedado con ellas, y la mayoría me las han tirado a la basura. No voy a decir cuáles ni cómo, que no responde a un principio de espionaje industrial ni de robo de contenido, ha supuesto una coincidencia: TVE y otros canales están empezando a programar unos formatos de los que ya hablamos hace tres años y medio, y entonces eran una locura. Pero están escritos y registrados. No hablo de robo, hablo de la investigación, cuando estás creando contenidos en ocasiones la pregunta no es: ¿Qué quiere la gente hoy? Es: ¿Qué no tiene y que pudiera querer mañana? Yo me embarqué en la investigación de qué modelos de contenido podían aceptar la gente, en formatos más o menos grandes, que no tuviera que venir de Holanda, si no que se pudieran generar aquí. En España hay creadores de contenido de televisión muy importantes, y sin embargo casi todos son licencias de formatos que vienen de fuera. Esa tendencia cambiará. Yo creo que ha empezado a cambiar ahora, muy despacio. Si creo que hay un espacio potente para pasárselo muy bien y donde me gusta mucho estar es en la investigación de que tipo de contenidos le puede gustar a la gente a plazo. Porque si ves a la gente tomándose un pincho de tortilla y bebiéndose una cerveza y dices a la gente lo que le gusta es esto, eso no tiene mérito, la pregunta es ¿dentro de tres años le gustará el pincho y la cerveza? Y que otras cosas han podido cambiar, y respecto de esto, ¿Qué oferta de comunicación y contenido les puede resultar? ¿Y con qué tecnología? Es muy divertido, te quita mucho rato, pero es muy divertido. Una parte de mi tiempo la dedico a esto. Ponte en la cabeza del programador de un canal de televisión grande. Primero, le arde el culo como se equivoque porque le van a quitar a tiros. Tu no puedes programar alegremente pensando que tienes la verdad absoluta, necesitarás criterios que estén fundamentados en realidades que te permitan embarcarte, no ya en la compra de un formato internacional o nacional, también la inversión que tienes que hacer para poner de pie el tinglado. Eso vale muchísimo dinero, cada idea puesta de pie, cuesta una burrada de dinero, es normal que te lo pienses seis veces. Todo el mundo cree que está en posesión de la idea perfecta.

¿Los Podcast podrán con la FM tradicional? ¿Cómo ves tú el futuro de la radio?

Con las dos cosas. La radio parecía siempre el patito feo de los medios. Cuando llegue la televisión privada desaparecerá y morirá la radio. De hecho se creó una canción: Video Killed the Radio Star. El punto de partida de lo que significa el medio en sí mismo es diferente, por lo que es imposible que una cosa acabe con la otra. Ya pero es la propia radio engulléndose: La radio FM, los podcast, la radio a la carta, la radio tecnológica: pueden convivir perfectamente. Por mucho que sea un podcast perfecto, y seas capaz de unir los doce mejores podcasts de la historia de los podcast de la radio en la vida del ser humano, como un programa en directo que estás escuchando en ese momento no hay nada, y eso no lo puede superar jamás la tecnología. Ahí está la tecnología, al servicio de la vida de la comunicación, de la potencia del directo, de la autenticidad del ser humano hablando con otro. Y el podcast no, es la reiteración utilizando la tecnología de algo que ya ocurrió, pero ya ocurrió. Al lado de lo que yo te estoy diciendo y de lo que va a pasar dentro de un minuto, el podcast no tiene nada que hacer. No creo que sean dos cosas que se vayan a pegar. Lo que si creo es que la radio por internet va a crecer muchísimo, y que los modelos de radios por internet van a evolucionar. La radio por internet está en un 15% y eso ya significa un crecimiento notable, pero está muy lejos de tener un mínimo cercano al 40%. Los podcast no son más que un instrumento para recordar una cosa que hiciste y que sigues, porque te interesa, porque estuviste allí, porque lo quieres utilizar para marketing personal, pero no tiene personalidad propia. Mañana volveré a tener otro podcast mejor. Tiene la vida que tu le quieres dar porque estuviste allí y lo querías utilizar como argumento propio para venderte tú por la razón que sea. Y hay radio que se está haciendo expresamente desde internet y se hace muy bien, por cierto. Y luego hacen sus podcast. Pero están haciendo la radio, desde internet, en directo. Yo cuando les escucho por internet estoy escuchando una radio en directo. Utilizan una tecnología diferente, ellos usan una, yo otra, para hacer lo mismo. Eso no es podcast, eso es radio en directo. Y el podcast al lado de la vida real, expresándose en tiempo real, no tiene nada que hacer. El podcast tiene unos valores extraordinarios, y toda la tecnología en sí misma. Pero con el valor intrínseco de la radio no ha acabado ni las televisiones privadas, ni el video, ni el 3D, ni los cohetes espaciales a Júpiter, ni acabará nada: ¿Por qué? Porque tiene identidad propia, tiene carácter propio, tiene personalidad como medio, no depende de otro medio, es la radio.

¿Qué tiene la radio que sea único para este medio y no comparta con otros formatos audiovisuales?

Yo te puedo responder la razón humana. Pero la televisión y el cine también están hechos por personas, pero lo que diferencia a un medio de otro y lo que le da autenticidad es finalmente cual es el origen de su unidad de negocio: ¿Cuál es la unidad de negocio de la radio? Contar cosas de tú a tú. En directo, la rapidez, la inmediatez, la autenticidad, para reírte o para llorar, pero eres tú en estado puro, sé que eres tú te identifico, es un auto de fe. La unidad de negocio de la televisión es generar espectáculo, pero su perspectiva no es esa (la misma que en la radio) ellos no juegan a la inmediatez, es un medio muy pesado. Pero en realidad la unidad de negocio de la televisión no son los informativos, es una unidad de gasto. En lo que ganan dinero es con el espectáculo. Se prepara, se coordina, se guioniza. ¿La radio se prepara? Sí ¿Se coordina? Sí ¿Se guioniza? Sí, pero vamos a pelo. ¿Tú te crees que todo lo que decimos en la radio se puede poner en un guión? Todo lo que va proponiendo la circunstancia no tiene nada que ver con lo que había planificado previamente, porque has cambiado el ritmo, entonces a partir de ese momento ya vas por otro lado. Lo que empieza con una entrevista de dos preguntas acaba siendo un follón público que no tiene nada que ver, eso no puede pasar en la televisión. De hecho, todo lo que hace la televisión que tiene que ver con palabra es una imitación en imagen, de la radio, estrictamente. Todo lo que sea un debate, una tertulia… es un imitación pura y dura de la radio. ¿Esto de que entren lo invitados por teléfono con una foto en la pantalla? De toda la vida de Dios yo pensaba que había que llevar una camara, ponerla, enchufar al pavo y entonces sale por la pantalla. Porque yo hago eso antes que ellos, y por cierto mucho mejor. Tengo más agenda, más rapidez, estoy más acostumbrado y sé como tratarlo. La televisión tiene su estructura, y el cine por supuesto, ya no tiene nada absolutamente que ver. Es fundamentalmente tecnológico, es conseguir un orden desde el propio desorden en una historia que está muy clara desde el principio. El cine es un espectáculo. La radio no condicina con ninguno de ellos, la televisión tiene muchísima identidad como unidad de negocio pero la radio no va a remolque de nadie. La radio tiene toda la identidad propia.

De esas tres (TV, Cine, Radio) ¿Es la radio la más cercana?

Sin duda, la principal y con mucha diferencia. No quiere decir que sea la más importante, la televisión es el ocio más visto. Pero la potencia de la radio es eterna. En este país la radio la escuchan veintitres millones de personas todos los días. A mí lo que me duele es que hay otros veintitres millones que no la escuchan. 

Emilio Álvarez del Campo
(@_EmilioAlvarez)