Los rojiblancos no pudieron superar a un Barcelona que, capitaneado por Messi, defiende a capa y espada su posición de primero en la clasificación liguera. Los de Simeone, a ocho puntos del líder, tienen once jornadas por delante para cambiar las tornas de la competición, si bien los goles totales juegan a favor del equipo catalán.
Aunque el Atlético de Madrid lo intentó hasta el último segundo, los colchoneros no fueron capaces de superar el torrente de fútbol que Messi desató en Barcelona. Veintiséis fueron los minutos que el marcador aguantó a cero, hasta el maldito momento (para los visitantes, claro) en que Thomas Partey provocó una falta que Lionel Messi convirtió en un golazo que el guante de Jan Oblak no consiguió ni rozar. El balón que entró por la escuadra supuso el tanto seiscientos para el argentino, si se suman los tantos del Barça y los de la selección albiceleste.
Dura fue la caída para los atléticos, que venían de encadenar siete victorias entre La Liga y la Europa League. Tras la derrota ante el Sevilla en la Copa del Rey, que parecía confirmar la decaída progresiva de la era Simeone, los madrileños se pusieron las pilas y, comandados por un Antoine Griezmann autor de los cuatro goles contra el Leganés el 28 de febrero, se aferraron a su idea base y no dejaron de creer. Hasta hoy, quizá: una jornada que ha puesto ocho puntos entre el líder y el segundo de la clasificación.
Y es que ni siquiera con cuatro delanteros pudieron los de Simeone superar al Barcelona. Tras la lesión de Iniesta en el primer tiempo y la subsecuente entrada de André Gomes, probablemente uno de los jugadores más débiles del conjunto catalán, el Cholo apostó por la retirada en el minuto 66 de uno de sus centrocampistas más potentes, Gabi, por del delantero francés Gameiro. Ni aun así. Aunque hubo amago de gol en el minuto 86 del propio Gameiro, el fuera de juego precedente, cometido por Diego Costa, supusieron el fracaso del último gran intento atlético. Luis Suárez y Coutinho, los otros dos protagonistas del encuentro a la sombra de Messi, no dieron tregua al conjunto colchonero.
Al final, la sobrada voluntad de triunfo atlético no fue suficiente. En especial en esa segunda parte. Giménez lo meditaba ante los micrófonos de Bein: “Si hubiéramos jugado la primera parte como la segunda, el resultado hubiera sido otro”. Y un resumen final de la situación, de boca de Giménez pero que corrobora la actitud que ha dado vida al Atlético estos últimos años: “Son muchos puntos pero tenemos que seguir partido a partido”. Partido a partido, y tiro porque me toca, los ojos de todos los colchoneros están ya en el Metropolitano y en la Europa League. Próxima parada: los octavos de final contra el Lokomotiv de Moscú. Y es que dicen que en ese campo nunca se deja de creer.
