El desenlace del conflicto civil que acaece en Ucrania depende principalmente de sus ciudadanos. Los civiles que llevan días saliendo a la calle lo hacen por la misma causa que hace una década: la democracia. Como bien señalan los firmantes de esta carta, los ucranios no hacen más que defender sus ideas e instintos. El pueblo considera notablemente más beneficioso ir de la mano de la Unión Europea y de Europa que de la autoritaria Rusia. Los firmantes alegan que el resto de Europa, e incluso la gran potencia de Estados Unidos, no podemos darle la espalda a Ucrania, dejándolos indefensos. Asimismo, como afirman, “La pasividad ante el intento de implantar un gobierno autoritario y el regreso a la órbita imperialista de Rusia en un peligro para la UE, para su integridad moral y, quizá, institucional” (EL PAÍS, El futuro de Ucrania).

La ciudadanía ucraniana debería sin lugar a dudas ser rescatada del alto nivel de violencia que está sufriendo. Y es aquí cuando las Organizaciones Internacionales deberían actuar, o por lo menos, mediar en el conflicto.

Hasta aquí, y en la totalidad de la carta, comparto el análisis y la opinión de los firmantes. Sin embargo, no hacen hincapié en algunos factores externos. Es obvio, que como ciudadanos demócratas y civilizados, no deberíamos permitir que Ucrania se hunda en una dictadura. En una dictadura manejada por el gobernante ruso V. Putin, quien sabe cómo manejar a sus ciudadanos y a los que no son suyos, así como al actual Presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich. Por otra parte, son muchos los que consideran que revolucionándose es como se consiguen las cosas, y que lo que no tienen que hacer los ciudadanos ucranios es desistir en su lucha. Sin embargo, en esta época en la que la corrupción está en auge, no será tan fácil que los ciudadanos ganen la batalla a no ser que los Estados Unidos o la Unión Europea se entrometan. Lo cierto es que ambas potencias alertaron al gobierno ucraniano con sanciones económicas si la violencia no cesaba. No obstante, aquí se nos plantea otra cuestión: los ucranios están anhelantes por una entrada en la Unión Europea, cuando muchos países, ya miembros de dicha unión, se encuentran escépticos ante la poca alianza y la crisis financiera. El problema reside en que, el próximo país, por orden, que debería entrar en la UE es Turquía. Como bien sabemos, debido a diversas diferencias culturales y religiosas (además de causas implícitas como su gran tamaño que le otorgaría una gran potestad), es probable que no entre a formar parte de la UE. Por esta razón, Ucrania en principio debería de “ponerse a la cola” para lograr entrar, pero si el primero de la lista no entra, los demás tampoco.

A modo de conclusión, decir que los firmantes de la carta hacen un buen análisis, tratando de abrirle los ojos a aquellos que no se han parado a pensar en la población ucraniana. Usan un tono revolucionario, para que aquellos con poder se pongan manos a la obra a defender la causa. Mas aún, los firmantes no analizan el cómo funciona de veras el mundo, así como las instituciones. Los conflictos siempre tienen más de una raíz y más de un posible desenlace, dependiendo siempre del contexto y de quien lleve la batuta en su proceso.

EL PAÍS, “El futuro de Ucrania”, documento en línea: https://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/24/actualidad/1390584685_165358.html [Consultado: 26.01.2014]