Rafael Nadal desembarca en Australia con buenas sensaciones tras sellar su retorno a las pistas el pasado mes de diciembre, con la victoria en el torneo de exhibición de Mubadala en Abu Dhabi frente al belga David Goffin (6-4 y 7-6) y el buen juego desplegado en Brisbane a pesar de la eliminación en cuartos ante el canadiense Milos Raonic.
El balear se convirtió en el auténtico dueño del torneo ya que de las nueve ediciones disputadas ha conseguido vencer en cuatro, un póquer de títulos para ser el amo y señor en los Emiratos. A pesar de tratarse de un torneo de exhibición, Rafa ha acumulado razones para ser optimista de cara al primer Gran Slam de la temporada, el Open de Australia, que acaba de arrancar en Melbourne. Tras dos meses de parón para recuperarse completamente de su lesión de muñeca, el español tiene que estar satisfecho, pues ha vencido a dos top ten y, ya en la final, al número 11 en tres partidos donde ha desplegado muy buen nivel, teniendo en cuenta la montaña rusa que ha supuesto para el manacor el 2016. Volvió a ganar un Master 1000, algo que no sucedía desde mayo de 2014; y también dejó un oro olímpico, junto a Marc López en la categoría de dobles. Pero también es cierto que el de Manacor cerró el curso en el número 9 del ránking ATP y no pisó los cuartos de final de ninguno de los cuatro grandes.
Él de Manacor busca el respeto de las lesiones. Su problema en la muñeca le obligó a retirarse de Roland Garros cuando había empezado el torneo con dos victorias apabullantes y tras aquello, se concentró en llegar a Río al máximo nivel para conseguir la medalla. Al margen de la gloria alcanzada en los Juegos Olímpicos, Nadal obtuvo su noveno triunfo en el Master 1000 de Montecarlo y se hizo también con el Conde de Godó hasta que su muñeca dijo basta. Se alejó de las pistas y se concentró en un proceso de recuperación que parece que por fin ha llegado a su fin y tras el que Rafa afronta la temporada con ilusión renovada.
Con la inclusión de Carlos Moyá en su banquillo, el balear busca perfeccionar y estimular más su juego, un plus táctico y nuevas metas. La recuperación del drive es fundamental, mientras que el equipo trabaja en la preparación mental de un jugador que siempre se ha caracterizado por una fortaleza abrumadora. Rafa, al contrario que en anteriores temporadas, ha querido establecer su punto de partido en el Open de Australia, torneo del cual fue campeón en 2009 y finalista en 2012 y 2014. Desfilará sobre superficie dura y pedirá paciencia por todo lo que nos ha dado para volver a meterse en las rondas finales de los grandes y morder algún que otro trofeo en este 2017.
Pablo Gallego (@Pablo_Gallego__) Alejandro Fierro (@alefierro_87) Irene García (@IreneGarciaRM)
