El teléfono móvil es uno de los elementos indispensables para nuestra comunicación y comodidad. Debemos hacer un uso adecuado de este aparato siguiendo unas reglas de buena educación que resultan imprescindibles a la hora de relacionarnos en sociedad.
Nos quejamos con frecuencia del uso que se le da al móvil y es que su utilización –excesiva- genera comportamientos que ponen de manifiesto nuestros malos modales. ¿Qué deberíamos tener en cuenta cuando usamos el móvil en público?
En primer lugar deberíamos ser conscientes de que el teléfono móvil, como cualquier teléfono, se debería utilizar sólo cuando sea necesario. Pero esto es imposible, por ello, solo podemos dar una serie de consejos para evitar ser maleducados utilizándolo:
La melodía de las llamadas y el volumen al que se oyen. “Precaución amigo conductor”; el Himno de España; un señor diciendo “Coge el teléfono” a voz en grito; la risa del hijo, nieto, etc. y similares. Cuando se está en público es recomendable utilizar el modo de vibración para recibir las llamadas o directamente el modo silencio si se está en algún evento, pues siempre será mejor que nos dejen un mensaje de voz para volver a llamar luego que interrumpir el acto. En caso de que utilice sonido, las melodías no deben ser demasiado molestas, pues cuanto más llamativas sean más desviarán la atención de la gente de alrededor. La melodía del móvil debe ser discreta y su volumen debe ser el adecuado para que pueda ser oído por su propietario, sin que sea necesario que se oiga a dos manzanas de distancia.
El elevado tono de voz empleado durante las conversaciones telefónicas. Controlar el volumen, no solo del tono de llamada, sino también del tono de voz, es una regla básica de educación si se está en lugar público. Cuando se necesita realizar una llamada en estas circunstancias lo mejor es intentar hacerla en la zona más alejada posible de los demás. Y si se responde, no hacerlo a voz en grito.
Utilizar los auriculares. Las aplicaciones y usos de los teléfonos de última generación van desde escuchar música, ver películas o jugar a videojuegos. Para realizar cualquiera de estas actividades, tan comunes en lugares con gran presencia de gente desconocida, como el transporte público, la cita del médico o la cola de una tienda es recomendable hacerlo con auriculares y asegurarse que los demás no están escuchando/oyendo. La utilización de los auriculares lleva a situaciones como responder al teléfono con los auriculares puestos, lo cual no es muy recomendable.
Sé consciente de que te están escuchando a tu alrededor. Muchas personas se olvidan cuando hablan por teléfono de que hay más gente a su lado. Por ello, se deben evitar los gritos, las broncas o los detalles específicos de la vida privada y profesional que tampoco daríamos en público. Las palabras malsonantes también se deben eliminar de estas conversaciones, sobre todo, si hay niños cerca. Cuando hablamos por teléfono en un lugar público, la llamada deja de ser pública ¿lo sabe nuestro interlocutor? No se deben mantener conversaciones acaloradas, ni amorosas, ni de temas confidenciales en público. Los gritos, peleas o palabras mimosas las dejamos para la privacidad.
Restringe su uso al mínimo en las citas. Cada vez es más habitual observar cómo el móvil acompaña en todo momento a los comensales en una cena o comida e incluso en una cita, ya sea de pareja, de trabajo, con los amigos o familiares, desviando así la atención continuamente y dejando la conversación en segundo plano. En muchas ocasiones se deja encima de la mesa o en un lugar visible dando a entender que cualquier llamada, mensaje o correo electrónico será una preferencia, lo que da una mala impresión y una falta de respeto para los acompañantes. Cualquier llamada entrante, incluso una llamada comercial es más importante que tus contertulios ¿de verdad eres tan importante?. Cuando uno mantiene una conversación por el móvil debe tratar, en la medida de lo posible, de retirarse a un lugar apartado. A nadie le interesa escuchar una conversación ajena y es muy incómodo para la persona que se queda esperando
Si estás consultando alguna aplicación no interactúes con los demás. Las numerosas aplicaciones de los smartphones con conexión a internet, como redes sociales, mensajería instantánea gratuita o los resultados deportivos más recientes distraen de la actividad que se está haciendo impidiendo así interactuar con los demás. Un gesto que se convierte en un desprecio y una falta de respeto cuando se está pagando en una tienda o cuando un camarero nos atiende y se hace caso omiso de ellos en favor del teléfono. Estoy hablando con alguien y respondiendo a los whatsapp de mi grupo de antiguos alumnos del cole ¿eso es serio?.
¿Pongo mensajes mientras voy caminando? Salvo que tenga dos pares de ojos no es lo más recomendable.
¿Por qué está conectado el móvil en lugares públicos? como el hospital, cine, el teatro, un concierto, en misa, etc. No hay nada de peor gusto que estar en un sitio de estos y que suene el teléfono (o consultarlo en la oscuridad de una sala de cine). No se terminará el mundo ni perderemos un gran negocio por apagarlo un rato. De verdad, no somos tan importantes.
No hay que esperar a que suene para desconectarlo, sino que es una precaución que hay que tomar de antemano, pero a veces se nos olvida. Si estamos en una reunión, un almuerzo, etc. y recibimos una llamada hay que tratar que la conversación sea breve y si fuera posible quedará en devolverla más tarde. Lo que no se puede hacer es estar 10 minutos hablando y el resto de los presentes esperando.
Es absolutamente de mal gusto mantener conversaciones sobre móviles (salvo que uno sea representante comercial de un fabricante de estos aparatos). Hoy en día es un tema de conversación muy frecuente en cenas, reuniones de amigos, etc.:
«Mi teléfono es un 6.0, más moderno, con más prestaciones, más cobertura, que el de …». El teléfono móvil nos presta un servicio y no para debemos utilizarlo para dar envidia a nadie.
Si somos un poco “mantas” con la tecnología, lo mejor es elegir un aparato lo más sencillo posible. A menudo hay personas con móviles de última generación que se pasan el día preguntando por las aplicaciones y su utilización y los compañeros de trabajo se pasan el día dando clases teóricas de manejo de móviles. Un incordio.
Hay que prestar atención del uso que hacen los más pequeños de este aparato y enseñarles a tener buenas costumbres en su utilización para que de mayores no abusen de él. Dejarles el móvil para que no molesten, no es una buena medida.
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María Gómez Requejo es experta en Protocolo