El pasado sábado, 27 de octubre 2018, acudimos a la feria de vinos naturales ‘MalaUva’. En “La Caníbal”, en pleno barrio de Lavapiés, participaron catorce viñadores independientes de diez provincias españolas. Todos ellos presentaron más de cien variedades del mejor vino natural junto con una nueva tendencia saludable.
Los protagonistas del evento, aportaron diferentes tipos de vinos elaborados a partir de sus viñedos viejos en diversas parcelas por toda España. Provienen principalmente de Albacete, Ávila, Barcelona, Burgos, Cuenca, León, Murcia, Segovia, Toledo, Valladolid y Zamora.
MalaUva es un proyecto integrador que se desarrolla en el seno de dos locales madrileños especialmente dedicados al vino natural, Cascorro Bistrot en Plaza de Cascorro, 21 y Bendito en el Mercado de San Fernando, 41. Se organiza gracias a los organizadores del evento, como Carlos Campillo, precursor del vino natural en Madrid y fundamentalmente con la ayuda de viticultores, como Fabio Bartolomey, Vinos Patio, Microbio Wines, Uva de Vida y muchos otros.
El pan y el queso son elementos fundamentales que no faltaron a este encuentro entre diversos viñadores. Tanto pasteles como bolas de pan elaboradas por una encantadora familia francesa y cuyo negocio se denomina “Ma brioche a Madrid” participaron en la feria MalaUva y ofrecieron precios irresistibles. Diversas tapas de quesos elaboradas cuidadosamente y con valor de seis euros están a nuestro alcance gracias a la tienda especialmente dedicada a los amantes del queso “Qava x Martín Afinador”.
Además, estos vinos naturales tienen la particularidad de que no emplean ningún tipo de ácidos, taninos, clarificantes, sulfitos ni levaduras comerciales. El coordinador y enólogo de MalaUva, Luis Vida, explica que “Más que defectos, la libertad ‘biológica’ del vino natural refleja el auténtico carácter de la uva, amplifica sus colores, aromas y sabores”. Por ello, al final del proceso de la vendimia nos encontramos con un vino de antiguos orígenes y con un color especial y específico de cada proceso de fermentación de la uva.
En la actualidad, los vinos elaborados mediante un proceso natural y sin ningún uso de proceso moderno, son consumidos favorablemente por un público internacional. Se consolida principalmente en capitales como París, Londres, Barcelona, Roma, Copenhague, Nueva York e incluso Tokio. En los últimos años, el mercado asiático y en concreto el japonés, consiguió obtener un enorme éxito gracias a esta nueva forma de elaboración del vino.
Según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), el consumo del vino crece cada año un 7% de 2009 a 2017, es decir con una diferencia de ocho años. Por ello, los vinos naturales se adentran dentro de un mercado y de una sociedad donde pueden triunfar de manera progresiva.
A nivel nacional, Raúl Calle, trabaja suelos perdidos de Navarredondilla, Sotillo de La Adrada y Santa María del Tiétar. Principalmente, sus variedades proceden de la uva Garnacha, aunque también combinan Sauvignon Blanc y Albillo Real. “Nosotros dejamos a la naturaleza hacer y luego en la elaboración dependiendo de qué vino, se puede pisar, estrujar, meter en barrica o no. Se deja todo con la levadura autóctona y no se echa nada, por eso dejamos hacer el vino.” explica el viñador.
Con el fin de poder adentrarse dentro de éste mundo lleno de nuevos sabores, es necesario comprar la entrada en la puerta del establecimiento. El precio a pagar son diez euros y permite, de manera libre e individual, degustar todos los vinos propuestos en el evento “MalaUva”.
Finalmente, cada vino natural recrea la personalidad del viticultor, en conexión directa con la uva y su viñedo. Refleja una forma de vida, basada en el amor al buen comer y beber, en un consumo tan responsable como sostenible.
Solenn Le Lous y Jin Yang