Marcos de la Rocha
“La Forja de un Campeón” llega a los cines en España próximo 4 de noviembre de la mano de Vértice 360. Se trata de una película bibliográfica sobre los orígenes del boxeo . Daniel Graham ( quien ya dirigió Opus Zero o The Obscure Life of the Grand Duke of Corsica), dirige el filme, que está escrito, protagonizado y coproducido por Matt Hookings y Ray Winstone (que ya produjeron The Obscure Life of the Grand Duke of Corsical, Viuda negra o Infiltrados entre otros), que explora la apasionante vida de Jem Belcher, quien a los 19 años se convirtió en el campeón mundial más joven de la historia.
El reparto lo completan actores de la talla de Russell Crowe (Gladiator), Marton Csokas (The Amazing Spider Man 2: El poder de Electro), Jodhi May (El último mohicano), Steven Berkoff (La naranja mecánica) y Julian Glover (Indiana Jones y la última cruzada, El imperio contraataca).
La película se ambienta en el siglo XIX, cuando el boxeo era un deporte al alza y cuenta como Jem Blecher, una de las mayores promesas del momento, sigue los pasos de su abuelo y se convierte en el Campeón más joven de la historia del boxeo en Inglaterra. El fime nos cuenta una una historia de superación. Jem Blecher nació en una familia con pocos recursos, su abuelo hizo el papel de padre y a su madre nunca le gustó por el camino que le llevaba. Es más, nunca le apoyó en un camino tan duro. Desde casi su nacimiento hasta el final, podemos ver como crece en ambientes buenos, y en los no tan buenos. Un niño acaba haciendo lo que ve en casa de su padre y de su madre, y Blecher repitió todos y cada uno de los pasos que dio su abuelo. La película nos muestra como se proclama Campeón de Inglaterra gracias al trabajo duro, y como se confía y deja de un lado los buenos hábitos para centrarse en la mala vida. Se deja influenciar por las malas compañías y deja de hacer caso a su mentor, hasta que toca fondo. Blecher dejará todo a un lado y trabajará como nunca lo había hecho antes para volver a su sitio de verdad, pues le espera un combate por el título contra la mayor promesa del boxeo inglés. En aquella época, los boxeadores no eran vistos como más que un medio para hacer dinero, la gente no veía en ellos deportistas, si no cebos para hacer ricos en las casas de apuestas.
