El equipo de la Bahía de San Francisco derrotó a los Houston Rockets de James Harden(106-119) con un imperial Kevin Durant. El esperado duelo entre el mejor equipo de la NBA contra el futuro MVP no defraudó. El primer partido de la final de la conferencia oeste estuvo a la altura de las expectativas, donde los Warriors lograron remontar a domicilio en tan sólo 20 minutos.
Curry contra Harden. MVP de hace dos temporadas contra el futuro MVP. Todo parecía apuntar a que sería así, pero no. El base de los GSW hizo un buen partido (18 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes), pero su compañero fue mejor. ¿Quién? Kevin Durant. Empezar a relacionar los Warriors con Stephen Curry puede empezar a ser poco realista viendo el gran nivel de su compatriota. El actual campeón del anillo tiene nuevo dueño, y está siendo la pieza clave para que su equipo se encuentre ahora disputando la final de conferencia.
Que Durant es bueno es más que evidente, y sus números son prueba de ello. Alcanzó los 37 puntos que, aunque parezcan «pocos» fueron claves por el momento en los que lo hizo. Ya en el descanso anotó 17 puntos, con una gran efectividad del 61,5% de acierto en tiros de dos con su clásico movimiento y que tanto le caracteriza: el «fade away». Fue el salvador, el artífice de la remontada junto con Klay Thompson, el experto en triples (28 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias). Sin olvidarnos de Draymond Green que, aunque empezó mostrando su lado descontrolado dando un manotazo a James Harden, jugó un papel importante. Con 9 rebotes y 9 asistencias, apunto estuvo de lograr el doble-doble. Pero aunque le faltó poco, aportó más de lo que los números puedan decir. Con él en cancha, los Warriors tenían un balance de +19.
Aunque lograron dar espectáculo, delante tenían a un duro rival que no le iba a poner fácil las cosas. Los Houston Rockets están liderados por un tal James Harden, un hombre que promedia más de 30 puntos por partido. Ni más ni menos. El partido empezó de cara para el equipo local, com un 6-0 en los primeros minutos y con una ventaja de hasta 9 puntos (23-14). Pero esta ventaja no reflejaba el juego en la cancha, hasta que se igualó el partido a 33. Des de ese momento, la balanza iba cayendo de un lado y de otro.
Pero sólo hasta ese momento, porque a la vuelta del descanso con empate a 56 en el marcador, los Rockets se desinflaron y Kevin Durant empezó a despegar. De la ventaja de 9 para los Rockets en el primer cuarto, llegaríamos a la máxima ventaja del partido para los Golden State Warriors (+13) en el tercer cuarto. Y si dejas a los Warriors remontar, no te augura un buen futuro. Tal es así, que acabaron perdiendo y cediendo el factor cancha. El doble-doble de Chris Paul (23 puntos y 11 rebotes) junto con los 41 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes de «La Barba» no fueron suficientes para sucumbir al equipo con la mejor plantilla de la NBA. La «Hardendependencia» no es efectiva ante un equipo de leyenda. Necesitan más aportaciones de Clint Capela que sólo lograba encestar si Harden le pasaba el balón en forma de alley oop. Veremos que sucede en la madrugada del miércoles al jueves. Si de algo podemos estar seguros es de que el futuro vencedor del anillo saldrá de este duelo. De no ser así, saltaría la sorpresa. Pero para ello, aún queda un largo camino por recorrer.
Mireia Alfonso – @13mireee