“Todo vuelve a empezar y nada nuevo hay bajo el Sol”
Con esas palabras escritas por Mika Waltari en su libro Sinuhé el Egipcio creo que se puede entender una forma de pensar autocrítica y corresponsable de lo que caracteriza el desarrollo de las sociedades humanas. Si la recojo ahora y aquí es porque observo el auge del discurso adanista que quiere ser la nueva verdad y un signo de identidad que ilumine los nuevos caminos de nuestra historia.
En EEUU se alza con la victoria en las elecciones presidenciales un señor que dice representar lo nunca visto que, al parecer es, que a los millones de desencantados hartos del sistema y sus inutilidades, les gobiernen unos cuantos multimillonarios ciertamente beneficiarios principales de ese mismo sistema. En Austria, cuya anexión por parte de Hitler preludió la Segunda Guerra Mundial, se vota entre un candidato verde progresista y un ultraderechista que hace de la xenofobia y la exclusión, las causas de los infortunios económicos y sociales del pueblo austriaco. Hofer dice claramente que la capitulación del Tercer Reich no fue un gran día o que la función de la mujer es la maternidad.
En Francia el partido de Le Pen se disputa el poder con las fuerzas democráticas desde hace años y no lo consigue gracias a que éstas terminan por juntar fuerzas ante lo que representa lo mas granado del anti-europeismo, el racismo y en definitiva el nacional chovinismo.
Con otras características, también en España se reivindica lo nuevo frente a lo viejo como ideario y aquí, como en los demás lugares ni aportan soluciones nuevas, ni formas ni métodos no descubiertos. No iré hoy más allá en los contenidos políticos, me interesa remarcar lo vacío del concepto.
Nada hay más antiguo que lo nuevo. Todo es nuevo y deja de serlo y en ese devenir lega a lo que aparece una parte importante de su naturaleza. Creerse que uno o algo aparece de la nada y que nada debe o le asemeja a lo que existía antes, es creer en La Creación Permanente y además reclamar el protagonismo.
Es cierto que lo joven tiene cierto derecho a creer que todo empieza con su percepción del mundo. Pero eso no quiere decir que lo viejo, que no caduco, no tenga la obligación de reivindicar los procesos corresponsables de la Historia e informar del hecho cierto de que la Tierra ya giraba con dinosaurios.
Ángel Pérez es Político
