Afirmando que “mantener abierta la cárcel de Guantánamo es contraproducente para la lucha antiterrorista y daña las relaciones del país con el resto de naciones aliadas”, Barack Obama presentó mediante una rueda de prensa en la Casa Blanca, la propuesta final de lo que en 2008 prometió durante su primera carrera presidencial y aseguró, que podrían cerrar así un capítulo de la historia del país. Obama recordó, entre otras cosas, que que su predecesor George W. Bush , también manifestó en su momento su voluntad por cerrar Guantánamo, que mantener la cárcel abierta es contrario a los valores de los estadounidenses y que los terroristas utilizan esta cárcel com propaganda para reclutar nuevos miembros.
Recordamos que por esta cárcel han pasado casi 800 presos desde el año 2002 y hoy en día podemos encontrar 92 reclusos de los cuales 35, esperan ser trasladados a otros países. Durante su mandato, Barack Obama se encargó de transferir a 147 presos a Oriente Próximo, África y a la Península Arábiga.
Este plan tiene como objetivo trasladar cerca de 60 presos a Estados Unidos. Recordemos que en este momento, los Republicanos controlan en gran parte en Congreso y se han opuesto a este nuevo proyecto. Este, prevé acelerar las revisiones de los presos y trasladarlos una ubicación segura en EEUU
Por su parte, Obama sigue argumentando que su plan ahorraría dinero a los contribuyentes alcanzando los 335 millones de dólares en 10 años y 1700 en 20 años.
Como sabemos, Obama no opta a la reelección en las próximas elecciones (el máximo de legislaturas son dos), por lo que ha anunciado que el Departamento de Defensa ya remitió al congreso un proyecto con el que se pretende cerrar la cárcel antes de que al presidente se le agote la legislatura.
Así pide “un dialogo honesto para tratar de cerrar la cárcel ubicada en Cuba”. «Implementar este plan mejorará nuestra seguridad nacional al negar a los terroristas un poderoso símbolo de propaganda, fortalecerá nuestras relaciones con aliados clave y socios contra el terrorismo y reducirá nuestros costes”, ha asegurado Peter Cook, portavoz del Pentágono.
María Subirán