Hoy, domingo, 24 de mayo, es un día decisivo para los principales partidos políticos. Centrados en un clima de inestabilidad por la gran erupción de los nuevos grupos políticos como Podemos o Ciudadanos, estas elecciones municipales y autonómicas pueden llegar a suponer un cambio de rumbo en la hoja política actual: se podría pasar del bipartidismo al multipartidismo.
Ocho son los territorios de los que más pendientes van a estar los dos partidos mayoritarios de España, Partido Popular y PSOE.
El primero de ellos es Madrid. El Partido Popular tiene como bastión no solo la Comunidad, sino el Ayuntamiento. Cristina Cifuentes es la nueva renovación en la Comunidad, que competirá con Ángel Gabilondo, que aporta la recuperación que algunos madrileños piden y una nueva cara tras la destitución de Tomás Gómez al frente del PSM. Respecto al Ayuntamiento, Podemos y Ciudadanos tendrán las claves para poder elegir quién gobernará durante los próximos cuatro años.
Valencia también es otro territorio feudo del PP. La corrupción pesa sobre ella, un hecho que puede hacer que el partido pierda el poder con un posible pacto entre Podemos y el PSOE, con el apoyo a Compromis.
El caso de Extremadura es decisivo. Tras perder el PSOE las elecciones de 2011, José Antonio Monago (PP) mide su fuerza tras haber gobernado en minoría y con aires de libertad.
Dolores de Cospedal también se somete a examen en Castilla-La Mancha. Después de los numerosos escándalos, como en el sanitario, también le pesa la trama Gürtel.
Una nueva apuesta es la de Barcelona con Ada Colau. Fuerte alternativa a los grandes partidos, con el apoyo del 15-M. Corre peligro de gobierno Xavier Trias (CiU), que con tan solo 14 concejales de 41 era alcalde.
Asturias es la única comunidad autónoma en la que gobierna el PSOE. Javier Fernández se enfrenta a una votación decisiva: medirá la posible recuperación del PSOE después del batacazo a nivel nacional del 2011. Gaspar Llamazares (IU) empieza una nueva etapa en Izquiera Unida que puede ser decisiva.
Cataluña verá a qué se enfrenta en las elecciones autonómicas preparadas para el 27 de septiembre, como elecciones plebiscitarias. Los dos partidos nacionalistas (CIU y ERC) competirán por ser los líderes que gobiernen tras finalizar el verano. El PSC tiene su última oportunidad para jugar en primera línea de la política catalana.
Por último, las capitales del PP, con la hegemonía obtenida en el 2011, corre el riesgo de perder las mayorías absolutas, teniendo que pactar con otros partidos o perdiendo finalmente todos esos bastiones y localidades.
Unas elecciones reñidas que descubrirán un nuevo mapa político.
Alex Costa
