Marcos García Castiblanque
El pasado martes 20 de septiembre, se produjo un nuevo brote de ébola, tras las pruebas que le hicieron a un joven de 24 años fallecido el pasado lunes 19 de septiembre en el distrito de Mubende, ubicado a 150 kilómetros al oeste de la capital, Kampala.
Por ahora, solo ha habido un caso confirmado, pero es posible que se puedan dar a conocer nuevos casos. El motivo, es debido a que se han producido en el mes de septiembre seis muertes, entre ellas tres niños, y las causas son desconocidas, pero son compatibles con ese brote de ébola que se ha producido en el país africano. Además, las autoridades han avanzado que puede ser originado por la cepa sudanesa de este virus, que no se manifestaba en humanos de Uganda desde el año 2012.
Tras esto, la Organización Mundial de la Salud movilizó el inmediato despliegue de personal y envío de suministros para frenar este brote lo más pronto posible. Asimismo, la doctora Matshidiso Moeti, directora de la OMS para África explicó que “es la primera vez en más de una década que Uganda registra un caso de la cepa sudanesa del ébola. Estamos trabajando de cerca con las autoridades sanitarias nacionales para investigar el origen de este brote, mientras apoyamos los esfuerzos para poner en marcha medidas efectivas de control”.
Esta cepa del virus del ébola, que es una de las cinco que existen, no aparece tanto como la variante Zaire, que ha provocado una veintena de brotes en las últimas décadas, y que también provocó uno de los brotes más letales en la historia de África occidental entre los años 2014 y 2016. Eso sí, aunque no sea tan letal, esta variante ha provocado hasta ahora siete epidemias en Uganda y Sudán desde que se dio a conocer este virus en los años setenta.
Para prevenir la propagación de esta epidemia, la OMS, ha facilitado una vacuna contra la cepa del ébola Zaire, ya que en la actualidad no se ha llegado a disponer de una solución para la variante sudanesa.
Con este nuevo brote, coincide con otro que se produjo en la República Democrática del Congo, situada cerca de Uganda, el pasado 22 de agosto, tras el fallecimiento de una mujer de 46 años que dio positivo en este virus, pero tras la rápida actuación de las autoridades y la posterior vacunación, se erradicó por completo ese brote.
Finalmente, según un estudio científico del Grupo de Trabajo Científico Internacional en Prevención de Pandemias, organizado por el Instituto de Salud Global de Harvard junto con la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, este brote de ébola es debido a “la creciente ocupación humana de zonas boscosas en África central ha propiciado un aumento de los brotes de ébola en los últimos años”.