Los días 13 y 14 de septiembre se ha celebrado el VII Concurso Internacional de Elegancia de Madrid de vehículos antiguos, en la pista de hípica del Club de Campo Villa de Madrid.
Según palabras de su organizador, Pedro Pablo Gallardo (secretario de la Asociación Española de Clásicos Deportivos y tesorero del Club Alfa Romeo), se trata de un acontecimiento anual, al que acuden coches procedentes de toda España, Europa, e incluso de Australia, como en esta ocasión. Este tipo de reuniones de carácter altruista son muy populares en casi todas las capitales del mundo, donde los participantes, además, suelen vestirse acordes con la época de su vehículo.
Se exponen coches de todas las épocas, desde 1890 hasta los que tengan como mínimo 25 años, divididos en varias clases como Preguerra, Postguerra y Clásicos.
Un jurado técnico se encarga de revisar la parte técnica, el diseño, la restauración que se le haya efectuado al vehículo y que todo sea original. Los criterios principales para que un coche opte al concurso son básicamente que esté bien conservado (algo muy difícil de conseguir en los más antiguos), o que esté muy bien restaurado. Valores añadidos son que el automóvil sea único o que haya pocas unidades. Los premios siempre suelen ser de carácter simbólico, ya que la principal finalidad del concurso es lucir los vehículos y compartir unas jornadas de convivencia entre los participantes y el público.
En esta ocasión han destacado un Isotta Franchini o dos Pegaso españoles únicos, considerados en su día los mejores coches del mundo.