Francisco de Quevedo era un espectáculo.
Un tipo malencarado pero divertido. Simpático pero mal bicho. Gran escritor y muy implicado en la política. Triunfó y se estrelló. Amigo y enemigo de reyes y de plebeyos.
Hoy os contamos las mil aventuras del personaje que mejor explica el siglo XVII. ¡Avisamos, os vais a reír!