Victoria Subirana, cooperante y pedagoga, tiene a las espaldas más de 20 años educando a los niños más pobres de Nepal en base a una nueva metodología: la pedagogía transformadora. Los alumnos de la Universidad Europea de Madrid tuvieron el enorme placer de aprender de sus experiencias y técnicas de enseñanza el pasado 19 de Noviembre. Además, Europea Media pudo entrevistar a «Vicki Sherpa» para que nos contara las lecciones más importantes que ha aprendido en su largo trayecto por una educación mejor en Nepal.
PREGUNTA – ¿Cómo funciona la pedagogía transformadora? ¿Bajo qué metodologías pedagógicas se basa y cómo se ajusta al contexto sociocultural y económico de Nepal?
RESPUESTA – La pedagogía transformadora funciona del siguiente modo:
En las asignaturas típicas como pueden ser lengua, matemáticas, ciencias, etc. se le añade, además aportaciones de otras metodologías, otra asignatura más: Madurez Mental. Esa madurez mental ayuda a los niños desde la primera infancia a adquirir todo lo que son las habilidades que tienen que ver con el conocimiento y el estudio de la mente humana: como pueden ser las virtudes, formar hábitos, lo que es la formación del carácter, las relaciones sociales, conocimiento de uno mismo en todas las facetas de la persona, etc. A partir de ahí se estipulan una serie de horarios para que el niño pueda aprender asignaturas regladas y también espacios y horarios donde pueda aprender actividades relacionadas con esta asignatura. En Nepal se hace en las escuelas públicas a través de un convenio que se ha firmado entre el gobierno español y el gobierno Nepal.
La pedagogía transformadora está basada en muchos estudiosos: Ovide Decroly, por ejemplo, que ha sido uno de los principales maestros para mí, uno de los grandes maestros. María Montessori, las escuelas Reggio Emilia, pero también de todos los pensadores y todos los psicólogos estudiosos que han tenido que ver con el desarrollo de las virtudes, que han hablado de virtudes, o del funcionamiento de la mente humana, empezando por Aristóteles, Platón, siguiendo con Abraham Ben Adir, que es un sufí que está relacionado con los mahometanos, con la religión del islam, el Bhagavad-guitá, que nos habla del hinduismo, el Ramayana, los Upanishad. Pasando por el budismo, el Dalái Lama, Sogyal Rimpoché y muchos otros maestros. En el cristianismo tenemos a Teresa de Ávila que nos habla exactamente de las mismas cosas que dice el Dalái Lama, por ejemplo, Jesucristo, la Biblia y muchas otras religiosas. Los clásicos, que ya los he nombrado, y también otros pedagogos y psicólogos como Freud, Piaget, etc. De eso se trata, esa amalgama de estudiosos.
P. – ¿Cómo han recibido los niños y niñas nepalíes esta novedosa metodología pedagógica?
R. – Ha sido una revolución totalmente apasionante para ellos porque hay que pensar que los niños nepalíes cuando van a la escuela van aterrorizaros para que nos les peguen con el palo, porque les pegan, los castigos físicos están a la orden del día, los insultos, las vejaciones…
En una clase nepalí puede haber de 90 a 120 niños, es una educación donde a los niños no se les permite adquirir y desarrollar el sentido analítico, hacer críticas, sino que se les potencia nada más que la repetición y la imitación de lo que sus mayores quieren de ellos. Entonces que nosotros entremos en la clase, desbaratemos todas las sillas y las mesas, hagamos un hueco, un espacio en el medio, y empecemos a proponerles juegos con los que ellos se divierten y además aprenden a ver cómo funcionan ellos en relación a su sistema emocional, analizar críticamente diferentes textos, por ejemplo, con materiales y cartas que puedan desempeñar roles de trabajo y también, sobre todo, las actividades que les permiten mejorarse a sí mismos cada día y que pueden con eso también cortar con las barreras que les han impuesto desde una sociedad que cree que por ser hindús tienen que pertenecer a una casta determinada y que no pueden salir de ella y que no tienen el derecho ni merecen los beneficios que tienen los brahmanes. Entonces con estas actividades, en las que les hacemos pensar sobre sí mismos y su condición social dentro de ese sistema hindú, son capaces de ir proyectando sus sueños y de irse formando a sí mismos como arquitectos de su propia vida para tener acceso como mínimo al libre albedrío que deberían tener todos los niños del mundo para poderse liberar de las cadenas que les imponen sus gobiernos, sus religiones o su sociedad.
P. – ¿Qué valores traen los niños y niñas nepalíes de casa, inculcados por sus padres? ¿Son un lastre para la educación?
R. – Los niños, yo siempre hablo del mismo tema, que vienen a las escuelas y que yo conozco vienen con 3 venenos importantes que tienen en su mente. Los 3 venenos son: ‘no puedo, no debo y no merezco’. Por lo que ya he relatado anteriormente, por el sistema jerarquizado de castas de Nepal, hay muchas cosas que los niños no pueden hacer, ni pueden ser, ni se merecen. Por ejemplo, todo lo que sea liderazgo: la capacidad de dirigir, ya sea a nivel religioso, militar o de instituciones la tienen los brahmanes, entonces todos los demás están aprendiendo a obedecer, y hay oficios que ni siquiera van a poder tener acceso los parias, los que sean de castas inferiores, de manera que cuando yo les propongo juegos de roles, de imitación de personajes o les pregunto que qué quieren ser de mayores me van a decir que ellos no pueden ni siquiera proyectar que quieren ser médicos, o abogados, o arquitectos porque les han castrado desde niños la capacidad de crear, de soñar y de hacerse un porvenir, la cual creo que es una aberración total y es aniquilar el ser humano desde pequeño. Es muy fácil manipular una sociedad que está orientada de este modo.
P. – ¿Cómo se combate la discriminación de sexos en la educación?
R. – No se combate. La discriminación de sexos es algo comúnmente aceptado y combatirlo significa ponerte la soga al cuello y ahorcarte a ti misma. Las mujeres están muy discriminadas, de manera que el sometimiento llega a un punto tal que en las escuelas muchas veces cuando es la hora de la comida hay mujeres que si su suegra no ha comido ya antes, ya que es la suegra la que les tiene que dar permiso para comer, se quedan en ayunas, porque creen que están faltando a una jerarquía que deben mantener dentro y fuera de la casa. Ese es uno de los ejemplos.
La verdad es que si yo no hubiera sido mujer, si hubiera sido hombre, tal vez no hubiera tenido tantas dificultades para llevar a cabo este proyecto educativo, porque las mujeres muchas veces tienen menos derechos que los perros. Hace no tantos años, debe hacer 90 años, que se abolió la ley que decía que cuando el marido se quemaba en la hoguera la mujer se tenía que incinerar con él.
La verdad es que no todas las mujeres de Nepal pasan por este sistema: yo dividirá las de raza mongol, como pueden ser tibetanas, sherpas, mananguis, tamangs, que no es un matriarcado pero operan como matriarcado: es la mujer la que tienen el poder y dominan al hombre y la verdad es que son mujeres muy potentes que salen a trabajar y tienen una vida social muy independiente. Pero luego las de raza aria o hindú más o menos se ciñen al patrón que he explicado antes: bastantes sometidas o muy sometidas.
P. – ¿Dais conferencias o charlas a los padres de los niños para hacerles ver la necesidad de la educación de sus hijos e hijas? Y, ¿Cómo se implican los padres de Nepal en la educación de sus hijos?
R. – Lo que hacemos nosotros es que implicamos a las madres, más que a los padres, que son las que siempre están privadas de la economía porque normalmente el marido las domina y las somete, y entonces les estamos haciendo unos cursos, les hemos hecho una capacitación, con materia relacionada con nuestra pedagogía transformado. Han estado haciendo unos talleres sobre las ventanas de la luz que es confeccionar sobre cristal proyectando sus propios deseos.
Ya no solamente les hemos dado herramientas para que puedan crear manualidades, porque eso lo pueden hacer en cualquier otra destreza, sino que las ventanas significa que primero les enseñamos a proyectarse, a tener deseos, a mejorarse a sí mismas, mejorar algo referente a la familia y mejorar la sociedad. Les damos la visión de ver hacia fuera y de creerse capaces de mejorar su entorno si se lo proponen, y es también un ejercicio relacionado con su mente creativa. Las mujeres son la madre, pero la madre no solamente en parir hijos, sino en parir todos los deseos, todo lo que ellas quieran. Entonces eso es muy fuerte. Unas mujeres incluso han realizado los deseos de otras. Eso ha sido un experimento precioso porque por primera vez las mujeres han empezado a decir “pues si no hay agua potable mi deseo más grande, el más importante sería que se pudiera organizar la sociedad de manera que pusieran unas fuentes y que allí pudiéramos ir a buscar el agua potable”. Otra ha dicho: “las mujeres musulmanas cuando acabamos la educación primaria somos incapaces de continuar porque no hay un colegio para mujeres. Entonces como la educación no está permitida en el Islam, a mí me gustaría que hubiera una escuela para mujeres”. Han empezado a proyectar eso y verbalizarlo es ya muy importante porque hasta ahora no las habían dejado ni proyectar.
Para nosotros no es nada más que llamarlas y darles charlas, sino que de esa charla empiezan a cambiar la estructura mental, que son las estructuras que luego cambian a ellas mismas, a la familia y a la sociedad.
P. – ¿Cuál ha sido la mayor dificultad que se ha encontrado en el desarrollo de su obra? Por otro lado, la educación implica que aquellos que antes no podían enfrentarse a los poderosos ahora tienen la capacidad de hacerlo, ¿ha tenido trabas con la Administración del Nepal por este hecho?
R. – El problema más grave al que me he sometido ha sido cuando mis propios estudiantes, que tenían entre 20, 25 o 27 años empezaban a trabajar conmigo. Estudiaban en la universidad pero también trabajaban a tiempo parcial en nuestras escuelas. Durante 20 años yo estuve inculcándoles esa pedagogía de que no podían cerrar los ojos a las injusticias y que podían hablar y denunciar la corrupción y otro tipo de injusticas que estaban ocurriéndoles a ellos desde pequeños. Entonces hicieron caso de esta pedagogía y un día me trajeron las pruebas de que nuestro propio patronato en Nepal, la contraparte, que se llamaba Vedfon, los miembros del patronato los cuales los extranjeros no podemos formar parte, estaban quedándose con comisiones, con dinero, que tenía que haber ido a los asuntos de la escuela para que los niños continuaran educándose.
Entonces empezamos a tirar del hilo porque, claro, lo que no se puede hacer es estar escribiendo la carta de los reyes durante 20 años y pensar que tu quieres abrir los ojos de estos niños y que quieres hacer que sean críticos, que sean analíticos, que detecten las injusticas y el día que te traen el regalo, que te traen de verdad una prueba, y que se atreven además a plantarles cara a los brahmanes, porque de los que han llegado a la educación superior, la mayoría eran brahmanes, a otros no les dejaban ni estudiar. Los patronatos estaban formados casi todos por brahmanes. Luego decirles ahora no quiero el regalito…, me vi con aquella información y empezamos a tirar del hilo y nos dimos cuenta de que mucha gente en la escuela, sobre todo maestros, estaba implicada.
Yo tenía una comunidad de 3000 pobres pero tenía a toda la sociedad en contra. Empezamos a ir a las administraciones y además me di cuenta de que no solamente tenía al patronato en contra, sino que en las administraciones también había brahmanes, estaban todos allí y todos ellos estaban compinchados en algo que para ellos es normal. Fue una experiencia muy dura por una parte porque pasaron muchísimas cosas, aunque no voy a entrar tanto en detalles ahora porque no acabaría nunca, pero hice una huelga de hambre, fue la primera vez que una persona extranjera hacia una huelga de hambre en Nepal, la gane pero acabó la cosa muy mal, de manera que incluso nos bloquearon un dinero que teníamos para construir otra escuela, nos dieron una paliza a mí y a los niños: padres, maestros, la policía… cuando intentábamos desbloquear ese dinero y estuve 12 días en el hospital, y mientras tanto sacaron ese dinero de manera ilegal y se lo han gastado. Los criminales están en la calle con total impunidad y los niños con mucha frustración por otra parte porque han visto que ir contra un sistema les convierte en, digamos, también parias, otra raza separada de los corruptos.
No obstante, estamos trabajando todavía con una perspectiva de que un día la justicia se volverá de nuestro lado. A grandes rasgos esta es la situación pero ahora si yo tengo que hacer una lectura de esto una cosa muy positiva es que es la primera vez que unos niños parias, intocables, de la calle, se han atrevido a plantarle cara a la institución y decir “señores este dinero es nuestro y con ese dinero hemos estudiado nosotros y van a poder estudiar nuestros hermanos”, y todavía tienen esa lucha y un día lo conseguiremos, no es una cosa fácil pero lo conseguiremos.
P. – Mañana 20 de noviembre se celebra el Día del Niño, a nivel global, ¿en qué aspectos crees que se deberían esforzar los Gobiernos en este ámbito?
R. – Yo creo que al niño hay que enseñarla lo más importante, no solamente matemáticas, ciencias, lengua y enseñarles a leer y escribir, sino una educación de tanta calidad que les permitiera, a todos los niños del mundo, competir para que pudieran proyectarse en su futuro, pero también una asignatura muy importante que no se aprende es el funcionamiento de su mente, porque si las mentes están castradas, si las mentes no están liberadas, nosotros lo que proyectamos con nuestra mente es precisamente todo lo que hemos aprendido: si hemos aprendido a estar dominados , vamos a proyectar dominación, si hemos aprendido a estar liberados, vamos a proyectar libertad, si hemos aprendido tendencias solidarias, vamos a proyectar solidaridad. De lo contario, si hemos aprendido tendencias egoístas, militaristas, o bien hemos aprendido a ser partes de un mundo capitalista que solo piensa continuar generando esta desproporción tan grande entre ricos y pobres, eso es una proyección de la mente.
Los niños tienen que aprender desde pequeños, igual que aprenden cómo funciona el corazón o los pulmones, hay un órgano que no se enseña y ¿por qué eso?, ¿por qué eso queda solo en las manos de los eruditos, de los grandes lamas que están encerrados meditando, de los grandes metafísicos, de los científicos que se lo guardan para ellos? Nos están engañando, y pienso que eso ya en el siglo XXI llega el momento en que esa herramienta tiene que estar al alcance de todos los niños del mundo.
P. – ¿A qué se refiere cuando habla de los ‘patronatos’?
R. – El patronato son los miembros que representan una institución, una ONG, son los miembros de una ONG que necesariamente te exigen para poder trabajar en cooperación y desarrollo, formada por unos estatutos, los estatutos tienen miembros que son los que rigen la ONG, el Presidente, el Secretario, el Tesorero… Y tienes que abrir una cuenta a nombre de este patronato, el dinero que se recibe de España es también de otra ONG, desde otro patronato, entonces no se puede trabajar en cooperación internacional a no ser que trabajes de gobierno a gobierno o de patronato a patronato. Nosotros teníamos la contraparte allí que eran nuestra ‘ONG hermana’ y mandábamos el dinero a nombre de estos señores que regían el patronato.
P. – ¿Los profesores que utilizáis en las escuelas son nativos de Nepal o han sido formados en Occidente?
R. – Los profesores son todos nativos de Nepal, por tanto nos cuesta muchísimo porque sus mentes ya están formadas con patrones repetitivos, de manera que les digo: “tenéis que hacer grupos porque no se puede trabajar con 90 niños, vamos a hacer grupos de 25” y me aplican grupos de 25 siempre, no pueden pensar que pueden hacer grupos de 5 o de 15, porque reciben órdenes y las aplacan impecablemente porque están acostumbrados a proyectar órdenes, pero no a analizar la situación, a tener sentido común y a aplicar la lógica. Estos patrones con los que nosotros trabajamos es muy difícil que los maestros los cambien, aunque lo estamos trabajando y cambiando. Por eso es importante trabajar la infancia y que a los niños se les de esas herramientas, porque los adultos, aunque lo aprenden, lo aprenden de manera sistemática y no saben aplicarlos a diferentes contextos que no sean los mismos, los repetitivos.
P. – Como persona, ¿qué le ha inculcado esta iniciativa? ¿Cómo se siente al ver que niños que antes no iban a recibir ningún tipo de educación gracias a usted van a poder recibirla?
R. – Eso es mi mayor orgullo, sino ya no estaría aquí. Más que nada lo que yo he aprendido y lo que aprendo cada día de esos niños. Esa iniciativa me la inculcó tal vez mi abuela María –la republicana- que la echaron de su propio país, de su propia región –Andalucía- cuando las tropas de Franco invadieron y se cargaron a la República, con lo cual yo no estoy diciendo que yo sea republicana, yo estoy diciendo que ella, tal vez mi abuela María con su lucha constante, me impregnó de ese sentido de la justicia y de la igualdad y yo he repetido esos modelos en lugares que hace 25 años hacía muchísima falta y estoy contentísima porque veo que, de verdad, haciendo esto, es la típica frase de que en lugar de darles el pez hay que darles la caña, he repartido muchas cañas y creo que hay muchos niños pescando y peces gordos, por todo el mundo. Tengo niños en Europa, en América, en Nepal que están diseminando esta manera de funcionar y se está empezando una pequeña revolución pacífica y positiva, y creo que es posible, creo que lo vamos a conseguir.
ENTREVISTADOR – Bueno Victoria muchas gracias por esta entrevista y mucha suerte en tu proyecto.
VICTORIA – Gracias a vosotros que os quiero mucho, esta Universidad a mí me encanta, es de mis favoritas, os lo digo de verdad.
Ramón Alarcón Sánchez.
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