La tecnología ha experimentado un desarrollo exponencial en los últimos años. Ahora las personas son capaces de estar conectados con el mundo en todo momento gracias al uso de las redes sociales; en los iPads o tabletas, teléfonos móviles, ordenadores personales… Gracias a este desarrollo, numerosas redes sociales se han beneficiado del incremento de usuarios pertenecientes de dispositivos electrónicos conectados a Internet.
Ya sea en la sala de espera del médico, en la calle, en el cine… Cada vez son más los usuarios conectados al mundo cibernético, y la mayoría de ellos son jóvenes, entrando a Facebook, Twitter, respondiendo a un WhatsApp… haciendo que esta práctica se convierta en una tarea cotidiana inimaginable hace treinta años, lo que lleva a las familias a afirmar que los menores de hoy en día tienen una adicción por las redes sociales.
Según Gustavo Entrala, experto en la materia, cofundador y CEO de la agencia 101 explica qué es lo que tienen las redes sociales para que sean tan adictivas:
- fotografía: Europa Press
En primer lugar, estas plataformas permiten estar en contacto con los demás en todo momento, publicando – la mayoría de las veces – cosas positivas, como por ejemplo; cómo lo estamos pasando, fotos de las últimas vacaciones… Producen buenas sensaciones al obtener respuesta o feedback inmediatamente. En Facebook no existe el botón de “no me gusta”, implicando que las respuestas que tenga el usuario sean positivas. Otras de las características son la facilidad de uso, el reconocimiento personal y el sentirse activo al usarlas.
Según una encuesta realizada recientemente, el 73% de las familias considera que las redes sociales crean adicción en los menores. Notan un razonable cambio en la comunicación entre padres e hijos e incluso entre amigos. En vez de jugar en la calle y relacionarse con otros niños, se quedan en casa y chatean en el ordenador.
Otros, en cambio, piensan que toda esa adicción se puede evitar con la supervisión del uso de las redes sociales.Profesionales del sector educativo han compartido sus impresiones y opiniones con este medio queriendo añadir que “Sí, crean adicción. Necesitan tenerlo activado siempre y muestran ansiedad cuando se le insinúa que deben dejarlo en casa o que no pueden usarlo en el colegio, en algunos casos muestran incluso irritabilidad” y “Esto me parece peligroso porque no hay intimidad ni privacidad, todo es público.”
Clara Mateo/ @ClaraMtc
