Hace apenas unos días todos escuchábamos la terrible noticia de que una niña de doce años moría a consecuencia de un coma etílico, tras haber ingerido cantidades desproporcionadas de alcohol. Y mucha gente se preguntará, ¿con doce años? ¿Cómo pueden unos niños conseguir alcohol sin problemas hoy en día? ¿Por qué se consume este tipo de sustancias en edades tan tempranas? ¿Se podría haber evitado?

Salimos a la calle en búsqueda de respuestas y realizamos una encuesta anónima en la Plaza del Sol de Madrid, en la que participaron un total de 250 personas entre 20 y 35 años. Los resultados nos mostraron que de esas 250 personas, 210 consumían alcohol regularmente y que dentro de este grupo, 165 lo habían probado por primera vez siendo menores de edad.

En la encuesta se les preguntó la regularidad y la cantidad de este consumo, entre el 80 y el 90% reconoció hacerlo entre 2 y 4 veces a la semana con una media de 10 copas consumidas. Entre los principales motivos, la mayoría de los que admitieron beber alcohol con regularidad reconocieron hacerlo por presión social, como por ejemplo acudir a una fiesta o acoplarse mejor a un determinado grupo de personas. Tan solo el 20% reconoció consumir alcohol por motivos personales, como por ejemplo para calmar los nervios ante una situación conflictiva o disfrutar de su sabor. Esto demuestra el enorme impacto  que tiene el alcohol en nuestras vidas y como muchas veces la regularidad y la cantidad de su consumo está asociada al ámbito social de las personas dentro de su propio espacio cultural.

En España, el uso de bebidas alcohólicas entre la población es cada vez mayor y de forma más descontrolada. El I Estudio Lundbeck: “Percepción y conocimiento del Alcoholismo en España” realizado por Madison, Market Research muestra que el 17% de los españoles entre los 18 y los 65 años realiza un consumo de alcohol en riesgo.  El problema está en la percepción que tiene una persona a la hora de beber y la ingesta real que esta realiza. Solo el 1,3% percibe este consumo como alto, frente al 57% que lo considera bajo. Esto muestra la deformación entre la imagen real e ideal de los españoles a la hora de reconocer la cantidad de copas que pueden llegar a tomarse en un solo mes.

España siempre ha sido un país con tendencia al consumo de alcohol, pero el problema no está en la cantidad de consumidores, sino en la temprana edad en la que se inicia este consumo.

Según el estudio El Libro Blanco, en el que participaron más de 5000 jóvenes y realizado por la Fundación Alcohol y Sociedad, el 65% de los adolescentes españoles entre 12 y 18 años se declara consumidor de bebidas alcohólicas. Pero, ¿por qué? ¿Cuáles son las verdaderas causas de esto?

El Doctor Neil I. Bernstein en su libro Como mantener a su hijo adolescente fuera de problemas y qué hacer si usted no logra hacerlo expone los principales motivos por los que un adolescente comienza a consumir este tipo de sustancias en edades tan tempranas, como por ejemplo: la influencia de otras personas en su entorno; la influencia de medios de comunicación, música y televisión; el escape a problemas cotidianos, problemas de autoestima, la rebeldía e incluso el aburrimiento.

La ley permite consumir este tipo de sustancia a mayores de 18 años, pero todo esto demuestra que ni la legislación ni muchas veces el control parental impiden a un menor de edad tener acceso a estos productos. La pregunta está en si realmente es la falta de dureza en la ley o si es la permisiva sociedad española la que permite este tipo de conductas y de que forma puede evitarse que niños de 12 años mueran por una intoxicación alcohólica.

Elisa Lozano

Angélica Carbonell