Rafa Nadal es el mejor de todos y lo demuestra nuevamente este año encabezando el ranking del ATP por cuarta vez en su carrera: en los años 2008, 2010 y 2013 ya había conquistado el título del mejor del mundo y la historia se repite este año. Una trayectoria fenomenal con muchos torneos ganados y reconocimientos en su haber, pero con una particularidad que llama la atención en los aficionados que lo han seguido en los últimos años de su carrera: su alto umbral de dolor a sus lesiones. Esta tolerancia le ha permitido ser el mejor en las últimas 153 semanas.
Hasta hace poco era casi impensable que Rafa lograra cerrar la temporada como número uno después de tantas lesiones. Pero precisamente este año era muy especial para él alcanzar este mérito ya que hace diez lo hizo por primera vez. A sus 31 años, Rafa Nadal se convirtió en el jugador de mayor edad en acabar el año en la cúspide del ranking de La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y es el primero que lo hace ya superados los 30 años.
Este histórico del deporte español y del tenis de campo a nivel mundial tiene habilidades únicas, su capacidad de recuperarse de sus heridas lo han convertido en un gladiador y en un auténtico triunfador. Recordemos su nivel de tolerancia al dolor: en el 2004 sufrió de una fisura de escafoides en el pie izquierdo que puso en peligro su carrera; en otoño de 2005 sufrió de una tendinitis crónica en las rodillas; en el año 2009 durante el torneo de Roland Garros su rodilla izquierda dio síntomas de alarma quedando fuera del competencia durante siete meses y quedando imposibilitado de cumplir el sueño de ser el abanderado español en los Juegos Olímpicos de Londres 2012; y por último una inflamación en el apéndice en el año 2014 lo envío al quirófano para la extracción del éste tras haber sentido dolores mientras jugaba en Asia. Asimismo, a finales del año 2015, afirmó haber sido víctima de una “lesión mental” razón que no le permitió ganar ningún Grand Slam ni tampoco un «Masters 1000» durante toda la temporada. Suceso sorprendente para Rafa, puesto que era algo que no le ocurría desde el año 2004.
En esta temporada cumple 15 años de competir en la élite, pero sobre todo ha demostrado que es el mejor en todo y que ha renacido de sus propias cenizas para morar en el concilio de los dioses de este deporte mundial.