Telefónica ha sido multada con 8,5 millones de euros por la CNMC, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, por llevar a cabo prácticas anticompetitivas. Esto se debe a que en 2016 Euskatel dejó de ser la compañía que llevaba los servicios de telecomunicaciones a las administraciones públicas, tras ganar el concurso que el gobierno vasco sacó, Telefónica es la encargada de cumplir esta función.
Telefónica se llevó 4 de los 5 lotes que se ofrecían en el concurso, pagando 50 millones por el lote principal. Euskatel se llevó el restante por 64 millones tal y como recoge Xakata.
El operador vasco recurrió esta adquisición argumentando que la oferta de Telefónica no era replicable. Según Euskatel, habría hecho uso de su posición dominante en el mercado y habría hecho una oferta que cualquier otro operador eficiente y generalista con red propia no podría permitirse. La CNMC lo explica “que ese operador obtendría una rentabilidad negativa al prestar los servicios incluidos en la oferta de Telefónica mediante el uso de las ofertas mayoristas disponibles en el mercado”. Esto es lo que se conoce como un caso de “irreplicabilidad económica”.
El gobierno vasco admitía ofertas de hasta unos 87 millones de euros aproximadamente. Por ello la operadora vasca argumenta que la oferta era irreplicable atendiendo principalmente a las condiciones reguladas de los servicios mayoristas que los operadores contratan a Telefónica.
Telefónica ya se ha pronunciado al respecto. Europapress recoge de fuentes cercanas a la operadora que “Telefónica recurrirá la sanción porque entiende que la resolución es ilegal e injusta y era impredecible a la luz de las circunstancias concretas del concurso analizado”.
Según leemos en Xakata, además, Telefónica argumenta que la oferta estaba dentro de los precios de mercado y que la suya era la única oferta presentada. Es decir, que de no haberse presentado a este el concurso se habría quedado desierto. Incluso aseguran que en ningún caso su conducta pudo distorsionar la competitividad, sino por el contrario, tener un efecto positivo en el mercado.
La CNMC, por el contrario, ha considerado la infracción de Telefónica de “muy grave y de carácter doloroso”. No obstante, le redujo la sanción por no haber reincidido en estas prácticas.
Telefónica tiene aún un plazo de dos meses para recurrir en la Audiencia Nacional por lo contencioso-administrativo. Por tanto, dado que la operadora fundada en Madrid ya ha comunicado su intención de recurrir, es de prever que tendremos más noticias en los próximos meses sobre este caso.
Esta noticia golpea ahora a la principal operadora telefónica en España, después de que apenas hace dos semanas conocíamos la buena noticia sobre que esta empresa había conseguido reducir su deuda hasta un 10%, aumentando los beneficios en este pasado trimestre a pesar de haber visto cómo sus negocios disminuían un 7,2%.
Dimitri Psarev y David Jiménez