Wall Street venía sufriendo graves caídas, descensos entre 2 y 3% después de cada sesión bursátil, esto se debe al índice que asusta a cualquier inversor, la inestabilidad económica. La guerra comercial de Trump con China y las próximas elecciones parlamentarias y gubernamentales generaron inseguridad de cara al futuro, el plan económico de Trump ha sido un impulsor y que la posibilidad que eso cambie podía ser negativo y los valores se contraen, septiembre y octubre fueron meses negativos para Wall Street.
Anticipando una “ola azul” para las elecciones del congreso y el senado, Wall Street se levantó el día siguiente con una sonrisa de extremo a extremo por los resultados electorales. Los demócratas se hacen con el control de la Cámara de Representantes y los republicanos conservan Senado.
¿Cómo deja eso la política económica de Trump? provoca una situación de bloqueo de la actividad legislativa en Washington que beneficia a los recortes de impuestos y el proceso de desregulación puesta en marcha por Donald Trump. La bolsa en Wall Street presento una remontada de 2% el día siguiente a las elecciones. La situación en Washington deja las cosas en un “empate” e inhabilita al congreso, ahora dominado por los demócratas, a detener las medidas de Trump por no contar con la aprobación del congreso. Eso implica que la marcha del plan económico de los republicanos seguirá adelante, aunque reducir el paso por la presión de la oposición. Michael Zezas, economista de Morgan Stanley, comento sobre los resultados y sus consecuencias que “el resultado es muy neutro para los mercados y permite eliminar una variable que influyó en la volatilidad que acusó Wall Street durante todo el mes de octubre”. También señala que “Si hubiera habido una ola azul más grande”, señala, “sería otra cosa porque eso habría significado otros retos”.
El profesor la escuela de negocios de Harvard en el área de políticas de negocios, Jason Furman, piensa al igual que Zezas que “no habrá mucha actividad”. El en lugar de pensar en los contratiempos que puede generar la división del capitolio, remarca la posibilidad que tienen los demócratas y republicanos para la búsqueda de planes comunes. Hace énfasis en la necesidad de planes para la mejora de la infraestructura americana y la creación de empleos como un puente de unión entre los dos partidos americanos. Nancy Pelosi, que seguramente será la cara de la Cámara de Representantes, trabajo con el republicano y expresidente George Bush para aprobar el paquete de estímulos durante la recesión. Lo que está por verse es si Donald Trump esté dispuesto a hacer lo mismo y de dónde obtendría el dinero necesario. Otro sector en el que se fijan los analistas es el farmacéutico, porque los dos partidos piensan que los precios de los medicamentos deben ser regulados por el estado. Los demócratas van con objetivo fijo al congreso, la salud, ahí es donde estará la división con los republicanos que no apoyan los programas de salud ya implementados antes por los “azules”. El segundo punto que genera división son los aranceles; la política de Trump avanza en reducirlos mientras que los demócratas afirman que son necesarios para la recaudación. Ese será otro punto de guerra en el congreso. “El grado de polarización política continuará”, aventura Karnovitz, que refleja un escenario más conflictivo para este año, dice que puede haber momentos de parálisis en el gobierno, los demócratas harán peso en el congreso en cada decisión de Trump y la división se agrandara.
Miguel Ángel Vásquez y Beatriz del Pozo.