El desarrollo de las nuevas tecnologías viene acompañado de riesgos que afectan a jóvenes y adultos en todo el mundo.
El ciberacoso consiste en una invasión repetida de la intimidad de una persona por medio de internet y de las nuevas tecnologías. La Doctora Parry Aftab, en su Guía práctica sobre Ciberbullying, lo define como: »Amenazas, hostigamiento, humillación u otro tipo de molestias realizadas por un adulto contra otro adulto por medio de tecnologías telemáticas de comunicación, es decir: Internet, telefonía móvil, videoconsolas online, etc.»
[ot-caption title=»fotografía. ministerio del interior» url=»https://europeamedia.es/europea-news/wp-content/uploads/2013/06/ciberacoso.jpg»]
Pero el este tipo de acoso no se limita solo a adultos, los jóvenes son los más afectados por este problema, como viene recogido en la »Estrategia Nacional para la erradicación de la violencia contra la mujer 2013-2016» . La juventud presenta una percepción muy baja de los efectos perniciosos del ciberacoso, según estudios de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.
Ciberacoso, ciberacoso sexual y ciberbulling son variaciones de una misma forma de violencia que se produce en la red. Los jóvenes se encuentran más expuestos y son menos conscientes de los riesgos. Uno de cada cuatro adolescentes (el 28,1%) no consideran conducta de riesgo responder a un mensaje en el que le insultan. Una proporción similar asegura que colgaría una fotografía suya que sus padres no autorizarían.
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato ha anunciado medidas en los ámbitos de seguridad y justicia, con las que pretende luchar contra este tipo de acciones. Entre otras: »Promover la tipificación como delito de la manipulación de los dispositivos de control utilizados para vigilar el cumplimiento de penas, medidas cautelares o de seguridad».
Frente a un problema de esta magnitud, resulta necesaria una mayor concienciación por parte de la sociedad ante este tipo de delitos, difíciles de detectar, y cuyas consecuencias resultan a veces muy traumáticas para la víctima.
Jaime Mayoral
