La crisis del COVID-19 podría traer malas consecuencias a un deporte femenino que estaba avanzando significativamente en su lucha por el reconocimiento y la igualdad en España
El gran avance del deporte femenino en nuestro país es un reflejo más de nuestro avance como sociedad igualitaria. Si bien a nuestras deportistas les queda mucho por luchas y por conseguir, es innegable la gran escalada que, gracias a un gran esfuerzo, han conseguido en su lucha por la igualdad.
Sin ir más lejos, podemos sentirnos muy contentos por lo cerrado en el pasado años 2019. Fue un año de records para el deporte femenino en España. Nuestras deportistas han llenado estadios, y han firmado cifras de record de asistencias a partidos de fútbol, baloncesto o hockey femenino. Pongamos un ejemplo en el que seguramente todos estemos pensando: Atlético de Madrid – Barça, 24ª jornada de la Liga Iberdrola, 60.739 personas ambientaban el Wanda Metropolitano. Esta cifra provocó un nuevo récord de asistencia en el fútbol femenino, superando a los 48.121 aficionados que asistieron a los cuartos de final de la Copa de la Reina entre el Athletic Club y el Atlético de Madrid en San Mamés.
Temor tras el COVID-19
Tanto esfuerzo han costado estos avances, que el temor al futuro del deporte femenino tras la crisis del Coronavirus afecta a todo el mundo del deporte. Además de una crisis sanitaria sin precedentes en nuestro país, de la cual todavía no hemos conseguido salir, se avecina una crisis económica espeluznante, que afectará a todos los sectores y a millones de familias en todo el territorio nacional. Afectará también, casi con seguridad, al deporte femenino.
Además, la incertidumbre se refleja en nuestras deportistas. Por ejemplo, las preocupaciones y las especulaciones de la vuelta a os terrenos de juego de la Liga son cuantiosos, pero muy poco se habla de los que pasará con La Liga Iberdrola. Aunque desde la federación se trabaja para que las jugadoras puedan volver a entrenar cuanto antes, se desconoce si tendrán la posibilidad de contar con tests para cumplir las medidas obligatorias.
Tenemos por otro lado el caso del balonmano, donde la Junta Directiva de la Federación ha decidido proponer la cancelación definitiva de la Liga Asobal, la Liga Guerreras Iberdrola, las segundas categorías de la División de Honor Plata masculina y femenina y la Primera nacional en ambos sexos. Veremos qué se decide finalmente.
Lo que está claro es que nuestras deportistas pasarán por dificultades económicas e institucionales, justo cuando parecía que el deporte femenino español ya no tenía quien lo frenara.
Bea Pañeda
Humberto Ramírez
Vanessa Pérez