Brasil, la mayor economía de América Latina, acaba de dar un giro en su historia, al elegir nuevo presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro. Este país se ha convertido en uno de los destinos clave para inversores internacionales, dado a su categoría de superpotencia emergente, siendo un destino crucial para empresas de todo el mundo. Uno de los países con mayor presencia en Brasil es España, con empresas como Santander, Mapfre, Iberdrola, Repsol, Día, Naturgy y Telefónica, cotizantes en el Ibex 35. Todas estas empresas han tenido buena acogida la victoria de Bolsonaro.
Brasil viene de una profunda recesión económica de dos años, con rentas salariales bajas, y una brecha de la riqueza cada vez más elevada. Los datos más recientes de este 2018 señala una tasa de crecimiento del PIB del 1,5%, afectando al estado de las empresas españolas que sumaban 46.000 millones de euros en 2017. Sin embargo, las previsiones de los analistas estiman el cierre del año en una subida del 1,35%.
Santander, Telefónica o Iberdrola, son las tres principales potencias españolas en el país, que junto a Mapfre y Dia suman 17.700 millones de euros de ingresos procedentes de Brasil. Unas inversiones que comenzaron en los años noventa, hoy son empresas totalmente asentadas en Brasil, claves para su economía. Tras la fuerte depreciación del real brasileño, en torno al 16%, estas empresas han notado un recorte en sus beneficios comparado con los últimos años.
Gracias a dichas empresas, España se sitúa como líder entre los países Europeos que confían en invertir en Brasil. Es por esto que la elección de Bolsonaro, y su política económica afecta directamente en los mercados europeos, y principalmente viéndose reflejado en el Ibex. Uno de los factores que afectan directamente a la confianza de inversores españoles, es el rebote del real en un 8% de la última semana, y que este continúe con la tendencia reflejada.
La pregunta que hoy en día se hacen estas empresas, es el tiempo que podrá mantenerse dicha subida, y el cambio de divisas ahora que Bolsonaro es presidente. Uno de los mayores problema de los últimos años para la economía brasileña ha sido la corrupción sufrida, una elevada deuda pública (77,3 % del PIB) y un desempleo que golpea a las puertas de 12,7 millones de brasileños (12,1 %).
Del mismo modo que el Ibex ha aumentado en España cerrando la jornada a recuperar los 8.800 puntos, los mercados internacionales han reaccionado de manera positiva. la plaza de Hong Kong ha sumado un 0,38 %, Tokio un 0.16 % y la bolsa de Wall Street abría la jornada con ganancias. Atendiendo al marco europeo Milán ha sumado un 1,91 %; Fráncfort, un 1,20 %, Londres, un 1,25 %; ; y París, un 0,44 %. El euro se ha evaluado hasta 1,138 dólares.
Las empresas españolas han cerrado la jornada a la alza; Santander ha sumado un 2,55 %; Telefónica, un 2,54 %; BBVA, un 0,88 %; Inditex, un 0,85 %; y Repsol, un 0,66 %, mientras que Iberdrola ha restado un 0,03 %. Los bancos, exceptuando Bankia, también han logrado cerrar la jornada con valores positivos, Bankinter ha sumado un 1,92 %; Sabadell, un 1,66 % y Caixabank, un 0,23 %.
La elección del pueblo brasileño, afecta a las principales economías globales. Bolsonaro tiene un reto económico por delante, por un lado mantener la economía de la alza, el control de los presupuestos generales, controlando el déficit presupuestario, aplicando los menores recortes posibles en los servicios públicos brasileños, además de mantener los inversores internacionales, atendiendo al efecto dominó que sus efectos tienen en nuestra economía.
Hodei Ontoria
Paola Sierra