Abdullah Raki, Moritz Dellafior y Javier Maeso
La calidad del aire en las distintas ciudades de España ha mejorado desde que Pedro Sánchez decretó el estado de alarma. La reducción del tráfico y de la emisión de gases, así como la disminución de la actividad industrial son algunos de los motivos por los que el nivel de dióxido de nitrógeno ha bajado estrepitosamente.
El cielo despejado y sin contaminación de Madrid | trendsmap.com/twitter
En Madrid, las cifras muestran un cambio drástico en los índices de contaminación. Se ha reducido cerca del 60% la circulación de vehículos, principal fuente de emisiones en España, lo que ha provocado el derrumbe de los niveles de contaminación: los valores medios de dióxido de nitrógeno (NO2), producido principalmente por vehículos diésel, apenas han alcanzado el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE) para proteger de la salud humana.
Como ya alertaron los científicos, el aire contaminado causa daños pulmonares y cardíacos y es responsable de al menos ocho millones de muertes al año en todo el mundo. Esto significa que las infecciones respiratorias, como el coronavirus, pueden tener un impacto más grave sobre los habitantes de ciudades y aquellos expuestos a humos tóxicos, según concluyen los expertos. No obstante, al reducir los niveles de contaminación del aire, estamos ayudando a los más vulnerables a luchar contra esta pandemia.
En Barcelona desde que se impuso el estado de alarma, la ciudad rompió récords en cuanto a cifras del NO2 se refiere. El 16 de marzo fue el segundo día con menos contaminación de los últimos 20 años. Según informa Miquel Ortega, doctor en ciencias ambientales: «Es algo extraordinario. Los días menos contaminados suelen ser festivos o con fuerte viento, como los días del temporal ‘Gloria’”. Además, la contaminación acústica no se ha quedado atrás en cuanto a las cifras que registraba antes de la cuarentena, desde distintos puntos de la ciudad, las últimas mediciones realizadas por ciudadanos voluntarios indican que la disminución corresponde a 5 decibelios, es decir el 50% del ruido.
No solo el aire está siendo un gran beneficiado de esta crisis, sino también el mundo animal, que está tratando de recuperar partes del territorio perdido. Así es como se producen escenas excepcionales y únicas en las metrópolis del planeta. Jabalíes husmeando entre los matorrales en las calles de Barcelona a medianoche, zorros trotando sobre el asfalto en Londres o pumas paseando tranquilamente entre los coches de Santiago de Chile.
Según el naturalista José Luis Viejo, las especies animales aprovechan la tranquilidad en las ciudades para ampliar su área de campeo o caza. Así, durante los próximos días y semanas, se podría seguir observando animales salvajes como jabalíes, aves oportunistas o incluso zorros en las grandes ciudades españolas, antes de que abandonen sus espacios recién desarrollados tras el fin de las medidas contra el coronavirus, señalan los expertos.
Sin embargo, estas cifras tan amigables con el ambiente pueden verse reducidas en menos tiempo de lo que creemos si no se realiza un pausado y progresivo retorno al estilo de vida que llevábamos hasta el momento. Tal es el caso que según National Geographic España, el efecto rebote en las actividades contaminantes pueden llegar a compensar todo lo que no se produjo durante la cuarentena.