El ser de carácter extrovertido o introvertido altera la percepción de la realidad de nuestro entorno, individuos extrovertidos buscan incrementar sus experiencias positivas, mientras que las personas introvertidas tienen problemas para conformarse con su realidad.
Según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid, encabezado por Gonzalo Hervás, se ha confirmado que el estado de animo constante de los individuos de carácter introvertido y extrovertido es diferente al momento de experimentar buenos estados de animo. “Los extrovertidos se muestran más proclives que los introvertidos a incrementar un estado previo positivo. Mientras que estos últimos tienden a plantarse cuando ya están en un buen estado de ánimo, los extrovertidos no se conforman y siguen buscando más”, explica Hervás.
La similitud entre las dos personalidades, extrovertida e introvertida, se puede apreciar en el enfrentamiento ante situaciones de características negativas. Las maneras de manejar malos estados de animo es parecida. “Salir a dar un paseo, escuchar música o intentar pensar desde un ángulo más constructivo son ejemplos de conductas que pueden activarse en respuesta a un estado de tristeza”, afirma Gonzalo.
El estudio fue compuesto por 112 participantes, en su totalidad estudiantes universitarios, que bordeaban aproximadamente los 21 años. En primera instancia se ha dividido el grupo, mediante variados test de personalidad, entre introvertidos, extrovertidos y la fusión de ambos tipos de personalidad: los ambivertidos. Después de esta etapa de disgregación se procedió a generar en los individuos diferentes estados de animo, principalmente uno positivo y otro negativo, para finalmente realizar un último procedimiento que buscaba regular sus emociones y acercarles a la neutralidad del comienzo.
Se buscó alcanzar el objetivo de generar variados estados anímico a través de la música, para incitar tristeza se utilizó: Russia Under the Mongolian Yoke de Serguéi Prokófiev, mientras que para lograr fomentar felicidad se empleó una versión jazz del Concierto de Brandenburgo No.3 de Johann Sebastian Bach, tocada por Hubert Laws.
Al momento de oír las canciones distintas se les solicitaba a las personas visualizar momentos diferentes, previamente consensuados por el equipo de investigación, situaciones desemejantes que se les pedía imaginaran como si les estuviesen pasando a ellos en ese momento. Tres positivas y tres negativas. A continuación los participantes completaban un cuestionario refriéndose a su estado emocional.
Finalmente se les ofrecía la posibilidad de ver tres películas distintas, 3 positivas y 3 neutrales, así se confirmó que el estado anímico de las personas influye considerablemente en las decisiones que toman posteriormente. El 95,24% de los individuos seleccionó películas alegres, frente al 65% de los introvertidos y al 86,67% de los ambivertidos, cuando pasaban por un estado de animo positivo. En cuanto a los estados de animo negativos: la trilogía de grupos prefirió filmes positivos 85% de extrovertidos, 76,19% de introvertidos y 60% de ambivertidos. “Estos hallazgos sugieren que, desarrollando nuevos hábitos para potenciar emociones positivas cotidianas, los introvertidos podrían aumentar sus niveles de afecto positivo y mejorar así sus niveles de bienestar”, menciona Gonzalo Hervás.
Bárbara Sánchez Astudillo