Jaime Muñoz – Madrid
El veloz aumento de casos al alza que en estas últimas semanas se está viviendo en Alemania preocupa ya demasiado. Esto ha provocado que los diferentes gobiernos de los estados germanos adopten una serie de medidas más restrictivas y que acometen directamente contra el colectivo que está causando estos aumentos. Los no vacunados o no sanados, como se refieren allí a estos.
Desde este mismo lunes en la ciudad de Berlín, han entrado en vigor una serie de restricciones conocidas como «2G» o «geimpft, genesen» (vacunado, sanado). A partir de hoy para entrar en restaurantes, gimnasios o museos será necesario estar vacunado, ya no servirá un test negativo como venía siendo frecuente. Tampoco podrán asistir a fiestas o reuniones que superen las 20 personas y en ningún caso podrán tener más de 50 asistentes. Para asistir al trabajo, los no vacunados necesitarán presentar un test negativo con una anterioridad no superior a 24 horas.
La incidencia en Berlín está disparada a 306,2 tres puntos por encima de la media nacional y mientras tanto la vacunación se ha estancado en el 70,2%. Los primeros repuntes de una posible sexta ola que cada vez más están presentes y que empiezan a amenazar a Europa.