El narrador argentino brinda conocimiento a los estudiantes de la Universidad Europea a través de su notorio recorrido.
Este primer día de la Semana de la Comunicación, Pedro Bonofiglio, narrador de los equipos del Madrid tanto de baloncesto como de fútbol, ha ofrecido un taller de locución deportiva a los alumnos de la UEM.
Ha dividido la sesión en dos partes. La primera parte en la que ha ofrecido las bases teóricas de la locución y otra en la que los ha puesto en práctica. Ha comenzado explicándonos su punto de vista respecto a la disciplina “La misión del narrador es describir una imagen, llevarla al plano visual lo más rápido posible”. También comenta, que la locución deportiva es la más compleja que existe, pues no dispone de ningún guion. Lo define como “el arte de la improvisación”. Ser un gran locutor, dice él, no requiere poseer un don innato. La pasión y el trabajo duro son lo que hacen posible progresar en radio y en cualquier otro ámbito. Anima a los estudiantes a implicarse y sobre todo insiste en que lean. “La locución requiere un enriquecimiento de vocabulario. Para eso hay que leer de todo: literatura, física cuántica… necesitamos poder describir la acción y poder hacer uso de la palabra exacta en todo momento. También saber de la historia deportiva para poder tener una base en la que apoyarnos”.
“Miramos, razonamos, sentimos, procesamos y contamos”. Además de la parte teórica, también recalca la importancia de la emoción en la locución. Cuando los alumnos le han preguntado sobre cómo diferenciar una mala locución frente a una buena, él comenta que debe haber un equilibrio entre sentimiento y el contenido. “La emoción es necesaria en una locución, pero nunca debe distraernos de nuestro principal objetivo; narrar la imagen. En la radio, los oyentes tienen que imaginarse lo que estamos describiendo”.
Además de los consejos que los alumnos anotan en sus cuadernos, los ha puesto a prueba con una actividad. Con una imagen en pantalla, los estudiantes han tenido que describirla de la manera más precisa y a la vez original que pudieran. Aunque al principio la mayoría estaban cohibidos y sonrojados, él les ha insistido “Dejad la vergüenza fuera. No sirve para nada”. En unos pocos minutos, la diferencia era notoria. Además de perder la vergüenza, algunos hasta mostraron poseer un gran talento para la locución. Los estudiantes también han experimentado en sus propias carnes lo que sería una emisión en directo de un partido de fútbol. Se han metido en la cabina del estudio de radio. Acompañados de un audio ambiente de los gritos característicos de un público eufórico y con las imágenes de un partido, se han preparado para la acción.
Al acabar estas dos horas y todos comentan lo rápido que se les ha pasado el tiempo. Pedro ha dado las gracias a los alumnos por su participación y se despide con un mensaje: Cuando me preguntaban: “no sé a qué dedicarme”. Yo les decía: ¿qué sería lo que haríais sin necesidad de que os pagaran? Pues dedícate a eso. Yo estoy convencido de que, si no se me pagaran por narrar, lo haría con la misma pasión”.
Anne Guisasola
