Tras doce años del despegue y desaparición de la sonda del Beagle-2, ha sido encontrada en la superficie del planeta Marte. En aquel momento al no recibir comunicaciones y no ser capaces de localizar la sonda cuando fue enviado los científicos decidieron dar por perdido el robot.
Gracias a unas imágenes de la cámara de alta resolución del Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA y algo más de una década después, el módulo de aterrizaje del robot ha sido identificado y han podido comprobar que está parcialmente desplegado, por lo que la desaparición de este, no se debe a ningún fallo ni choque en el aterrizaje.
Michael Coron, ex miembro del equipo de operaciones de la Mars Express, fue principalmente el encargado de llevar a cabo la búsqueda de las imágenes de alta resolución.
La búsqueda se complicó debido a los dos metros de ancho que tendría la sonda completamente desplegada pero finalmente la encontraron cuando la resolución de las cámaras HiRise de Marte llegaban a su límite.
Según explicó Alvaro Giménez, director de Ciencia y Exploración Robótica de la Agencia Espacial Europea, a otros medios. “El robot se encuentra a cinco kilómetros de la zona prevista de aterrizaje, por lo que en ese sentido no hubo ningún fallo”. También barajó la posibilidad de que “el resto de los pétalos se hayan enganchado con algún airbags, que podría no haberse separado de la forma correcta”.
Giménez también ha querido señalar en sus declaraciones que “para haber recibido datos el despliegue tendría que haber sido completo, por lo que ya no es posible recuperar ni al Beagle-2 ni sus datos”.
Rudolf Schmidt, que en aquel momento era el director del proyecto Marss Express de la ESA, ha afirmado que “no saber nada del Beagle-2 siempre nos tuvo preocupados y que a día de hoy saber que hizo todo el camino hacia la superficie es una gran noticia”.
Marta Baltar