En 2005 el profesor suizo François Grin elaboró un informe para saber cuál sería la mejor lengua de trabajo en la Unión Europea. Dicho informe dibujaba tres escenarios posibles. El primero consistiría en usar el inglés para todo. El segundo abogaba por el multilingüismo. Y en tercer lugar estaría la posibilidad de adoptar el esperanto.
Actualmente los idiomas de trabajo en las instituciones comunitarias son el inglés, el francés y el alemán. No obstante, las sesiones plenarias del Parlamento Europeo se pueden escuchar en los 24 idiomas oficiales de la UE.