El Planeta de las Migraciones fue otra de las actividades de las X Jornadas de Periodismo al Límite. Luis Guerra, director del Departamento de Comunicación y Celia Rico, directora del Área de Traducción y Periodismo presenta a Sara Alonso, periodista de RNE que estuvo dentro del buque Aquarius con 629 inmigrantes abordo el pasado mes de junio.
La experta afirma de manera rotunda que «la migración ha existido siempre y siempre va a existir. Mientras haya gente que no tenga nada más que perder habrá migración pero los migrantes de Níger (del Aquarius) se ven obligados, además de a cruzar el mar, a cruzar el desierto que es aún más mortífero. Sin embargo, dice que España decide contarla desde su propio punto de vista. A la sociedad no le importa quiénes son, o de dónde vienen los inmigrantes. Sólo importa el dónde van, que es España, aunque éste sólo vaya a ser el país de tránsito hacia otros europeos.
Alonso proyecta imágenes sobre el rescate del Aquarius y mostrar la situación en la que estaban las personas, incluidos niños y bebés. Dice la de RNE que «Los periodistas tienen una gran responsabilidad, crean opinión. Ha habido un gran descenso en la entrada de inmigrantes a España por barco desde 2015 (1 millón) a este año (35000) y sin embargo es un tema latente a día de hoy». Aborda además el por qué es diferente nuestra concepción de cada inmigrante, ya que hay algunos a los que aceptamos pero otros que están mal vistos. No es sólo porque hablan nuestro idioma, sino porque vienen en avión y no en barco, porque no son negros o no son del Islam. Respecto a los libros de estilo de la profesión, considera que «son poco útiles porque no se leen. No hay historias positivas de la migración, pero el periodista debe ser honesto y contar toda la verdad». De hecho,ella recibió ataques hacia su profesión, acusándola de publicar fake news.
Para un periodista es importante que se invierta dinero para poder dar noticias de calidad, pero los medios no mandan a gente a otros países a cubrir lo que ocurre por falta de medios económicos. Concluye diciendo que hemos pasado de la hospitalidad a la hostilidad, y que cada uno tiene que hacer su propia revolución.