La administración Fernández no consigue convencer a los emisarios del Fondo Monetario Internacional.
Tras las declaraciones de la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieve, Argentina no recibirá por quintan vez asistencia del FMI, para enfrentar la profunda crisis económica en la que se encuentra la nación del cono sur. Por su parte, el recién electo presidente, Alberto Fernández, en una entrevista en Radio 10, secundó lo antes dicho por la número dos de su gobierno, la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, quien acusó al organismo internacional de haber roto sus estatutos al «prestar dinero para financiar la evasión de capitales», que es como califica el préstamo de 44.000 millones de dólares del Fondo al Gobierno del expresidente Mauricio Macri.
Aparentemente el FMI no dará su brazo a torcer, por tanto ¿qué tendrá que hacer Argentina para enfrentar el descalabro económico, que de acuerdo a sus actuales autoridades, son responsabilidad de las malas decisiones económicas de la administración pasada?
Fernández y su gabinete, auguran que con las posibilidades que le brindan un posible superávit fiscal primario -antes del pago de intereses- para el año 2026, además de llevar a cabo la extracción de petróleo y gas del yacimiento de Vaca Muerta, donde calculan que hay 16.000 millones de barriles de crudo, con los que pudieran generar unos 5.000 millones de dólares anuales en ingresos, podrán enfrentar con éxito, la actual crisis económica que presenta una inflación del 52,7% en lo que va de año.
La quinta carta que jugará Argentina, será la de negociar ahora con el sector privado su deuda, con emisión de nuevos bonos, sin embargo, el gobierno está a la expectativas de que los empresarios, a diferencia del FMI, se acojan al plan del gobierno y que no impongan más rea formas estructurales, de las que ya fueron planteadas por la administración Fernández.
Las reacciones internacionales no se han hecho esperar, respecto a las decisiones del gobierno argentino de cara a la negociación de deuda con el FMI. En el editorial del lunes 17 de febrero, del diario británico Financial Times, se criticaba las acciones de Argentina, al expresar que «la falta de concreción» del plan del Gobierno para salir de la crisis de deuda. «La mayoría de los países que se enfrentan a la reestructuración presentan un plan económico detallado y se comprometen a establecer objetivos claros para conseguir el apoyo del FMI y de los acreedores. Argentina ha decidido no revelar su estrategia», señalaba el medio inglés.
Entre tanto, el pontífice su santidad papa Francisco, pidió al FMI que Argentina pueda prolongar el pago de la deuda, también propuso una reducción de esta e incluso su extinción. El papa no solo hace referencia a Argentina sino que incluye a todos aquellos países que están en estado de pobreza y se encuentran endeudados, pues el déficit acabará en la ciudadanía la cual acabará pagando con sufrimiento.
“Las personas empobrecidas en países muy endeudados soportan cargas impositivas abrumadoras y recortes en los servicios sociales, a medida que sus gobiernos pagan deudas contraídas insensible e insosteniblemente” Afirmó el papa antes de señalar que “la deuda pública contraída en no pocos casos para impulsar y alentar el desarrollo económico y productivo de un país, puede constituirse en un factor que daña y perjudica el tejido social”. Destacó el líder de la iglesia católica.
El nuevo Gobierno
Fernández inicia su primer año de mandato con la inflación más baja desde julio pasado.
En enero del presente año, el primer mes de Alberto Fernández como presidente, Argentina registró una inflación interanual del 52,9 % y una mensual del 2,3 %, que es la más baja desde julio de 2019, poco antes de que empeorara la crisis económica que existe en el país desde hace más de año y medio.
El sector de la recreación y la cultura fue la parte más afectada, puesto que los precios subieron un 5 %, seguido por los alimentos y bebidas no alcohólicas que subieron sus precios en un 4,7 %.
A pesar de que el Gobierno tomó medidas como reactivar un plan de “precios cuidados” para productos de alto consumo, congelar temporalmente las tarifas de servicios públicos y restringir la compra de dólares para evitar devaluar el peso, sigue existiendo una grave crisis económica en Argentina.
A pesar de que la inflación sigue siendo elevada, suma dos meses consecutivos cayendo. “Posiblemente esta semana se daría una cifra por debajo del 3 % y que la cifra de las últimas proyecciones privadas sería del 3,5 %”, opinó Miguel Pesce, presidente del Banco Central, para la Agencia EFE.