Se cumplen XXV años de la Semana de la Comunicación, lo que comenzó como un telemaratón, se ha convertido según palabras de Mercedes Agüero, Vicedecana de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, «en una semana en la que se rompe la verticalidad de las asignaturas”.
Además de cumplirse un cuarto de siglo de la Semana de la Comunicación comenzamos una nueva etapa con el I Foro de la Comunicación Global. Cinco son los pilares fundamentales en lo gira este evento: diversidad, interdisciplinariedad, tecnología, nuevos modelos de negocio y libre expresión. La DIVERSIDAD ha sido la protagonista en la inauguración y para ello se ha contado con uno de los mayores exponentes, la película Campeones. Javier Fesser y José de Luna, director y protagonista de la cinta ganadora de 3 Goyas junto a los moderadores Claudia Fesser, coach de interpretación de la película, y Fernando Ávila, profesor de la Universidad Europea de Madrid abrían esta 25 edición.
Fesser comenzó su charla hablando de un dato del que la mayoría no se ha percatado, «tanto el cartel de la película, como el trailer, el comienzo y el final de la misma tiene “intruso”, un ave, que a pesar de no estar en el guión se relaciona con una de las personas en las que se inspiró en la película. Este pájaro acompañaba al sobrino del director, Javier Fesser, a todos sitios. Estos detalles aportan un mayor subtexto a la comunicación, y como dice el director “estos detalles son los que al final te ayudan a entender lo que estás haciendo”.
Otro dato que no es de conocimiento general, es que el guión fue un proceso de adaptación a cada personaje. Cuando realizaron el casting buscaban a 7 hombres, y salieron de él con 10 personas, entre ellas una joven. Asimismo, relata Fesser que en sí el guión no cambió de forma drástica, ya que se han escrito de una forma muy novedosa, que se sale de su narrativa en otras películas. También recordaba lo que dijo Jesús Vidal: “lo cambiamos tanto tanto que al final quedo como estaba”.
Una de las escenas más nombradas fue la de la ducha de José de Luna, el cual estuvo cinco horas bajo una ducha de agua fría, sin quejarse. Así estuvo hasta que Javier Gutiérrez grita que el agua está helada.
Una de las características de esta producción, es no dar por hecho ninguna discapacidad, y buscar las capacidades de cada uno de los participantes. “No tuve que renunciar a nada, nadie dijo no puedo hacerlo”, continuaba Fesser. “La gran parte de las capacidades nos las otorgan los demás”, concluía el director. Muchas de las inquietudes de los participante a esta charla, era si en algún momento se tuvo “miedo” de ofender a la comunidad. A lo que tanto Javier Fesser como José de Luna es imposible traspasar la línea del respeto o que no se entienda algo cuando hablas de alguien que quieres o que admiras, señalaron.
Campones es una de esas películas que te emocionan y no te dejan de sorprender antes, durante y después del rodaje. Fesser ha confesado que ha vuelto a sentir aquella sensación de emocionarse constantemente. “En el rodaje todo era una aventura y todo se celebraba, al día pasan ocho mil cosas y se nos ha olvidado que son grandes aventuras o sino pueden llegar a serla, es todo cuestión de actitud”.
La película se hizo con mucha flexibilidad, principalmente porque los actores no tenían experiencia, así que la mayorías de las cosas se planifican sobre la marcha. Unos de los aspectos más “difíciles” de la grabación fue las tomas de jugadas profesionales, que ya de por sí son muy difíciles de recrear por los expertos, aún más por ellos. En todo momento buscaron que pareciera lo más real posible.
La forma de contar la historia debe ser sencilla, cuanto más simple sea, va a llegarle más al espectador, afirmaba Fesser.
También se recalcó que el éxito no tiene que ver con los premios, o la taquilla. Está relacionado de la manera en la que te sientes al finalizar. Todo lo que venga a partir de ahí añadirá más posibilidades a poder continuar con otras entregas.
Una película que comenzó con un presupuesto de poco más de cuatro millones y medio, terminó con una recaudación de 23,8 millones de dólares. Ha llenado las salas de cine de humanidad, ha conseguido cambiar el punto de vista de la sociedad más allá de España. Tanto es así, que no ha sido difícil ver a alguna lágrima escapar en varios momentos, sobre todo con el discurso más emotivo de todos por parte de la madre de José de Luna, quien ha afirmado que a partir de esta película » a su hijo le miran de otra manera».
Margherita Bertuol @MaggieBertuol
Hodei Ontoria @hodei_ontoria99