Sonia Martín, guionista de los premios Goya durante las dos últimas ediciones, vista la Universidad Europea durante la Semana de la Comunicación para contarnos su experiencia en uno de los eventos más mediáticos de España.
Los premios Goya son a día de hoy uno de los eventos con más audiencia en nuestro país, después del fútbol. Millones de personas siguen de cerca la gala con más glamour del panorama español, desde el antes, hasta el después pasando por el durante, todo ello retransmitido por un gran número de medios de comunicación. Sin embargo, lo que no es tan evidente para el público es todo el trabajo que lleva detrás organizar un evento de estas dimensiones, en el que cientos de personas trabajan durante meses para cuidar hasta el más mínimo detalle y que todo salga como han planeado.
En el caso del guión de la gala, la idea parte de un director o directora junto con su guionista, los cuales escriben un primer documento que presentan a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. Si ésta idea es buena y la compran, a partir de ese momento se comienza a trabajar con la escaleta, en la cual se deben alternar números musicales, chistes o actuaciones entre los premios para hacer más amena la gala. Ésta escaleta sufre un sinfín de modificaciones hasta el propio día del evento. Se escoge a las personas que entregarán los premios, y se comienza con los ensayos, en los que la difícil disponibilidad de los actores provoca que no sea hasta el día de la gala cuando están todos, y haya que llevar a cabo varios ensayos por separado. También se deciden los invitados, los cuales tendrán su propia escaleta de alfombra roja para evitar que todos aparezcan a la vez, a pesar de que pocos cumplen los horarios establecidos.
Este tipo de eventos tienen detrás un arduo trabajo de protocolo, en el que hay que cuidar todos los detalles, ya que cualquier descuido puede llegar a ser mediático a través de las redes sociales, y esto supone una gran presión para los organizadores. El punto de referencia y comparativa de los Premios Goya, siempre han sido los Óscar. Sin embargo, aunque ineludiblemente vayan a tomarse como ejemplo, hay que tener en cuenta que el mercado americano cuenta con cientos de millones de personas, mientras que el español con tan solo unas cuarenta millones. A los Premios Goya siempre se les ha criticado por su larga duración, la cual por fin se ha reducido a tres horas con mucho esfuerzo de recortar el guión, pero menos tiempo aún resulta imposible.
Son treinta años desde la primera celebración de los Goya, a lo largo de los cuales no es el cine español el único que va mejorando, sino también una gala cada vez más mediática que se debe ir superando año tras año, aprendiendo de los errores de la edición pasada, y sorprendiendo al público de la misma forma que lo hacen las actrices con sus increíbles vestidos. Los alumnos de la universidad asistentes a la conferencia, pudieron descubrir muchas de las anécdotas que se esconden detrás de las cámaras, contadas por Sonia Martín en primera persona, que también relató paso a paso como era su trabajo en el evento.
Andrea Fernández González
@AndreaFergon95