El destino de presos y etarras fugados sigue pendientes de resolución y genera polémica entre los partidos vascos
La noche David Pla, último jefe político de ETA, ha sido liberado de la prisión de Soto del Real. Según información del Heraldo de Aragón, la juez María Tardón ha acordado este miércoles dejar en libertad provisional con medidas cautelares al exjefe de ETA David Pla. Es significativo que mientras la fiscalía ha pedido la puesta en libertad, la acusación popular ejercida por la Asociación de Víctimas del terrorismo ha solicitado prisión provisional, al considerar que los hechos por los que va a ser procesado no son los mismos que ya se le condenó en Francia.
La entrega del jefe etarra en Hendaya el pasado martes, coincidente con el incendio del vertedero de Zaldívar, no había suscitado la reacción de los partidos vascos, ni siquiera de EH Bildu. Esto encaja en el relato oficial en la política vasca es que estamos en un tiempo nuevo, en que ETA ya no es relevante, a pesar de que David Pla fue el lector del comunicado de alto el fuego definitivo del grupo terrorista en 2011.
Sin embargo, este pasado tiene algunos flecos que aún no se han resuelto. También el martes comparecía el ministro Grande Marlaska, que entre otros temas, anunció que no contempla el acercamiento de presos de ETA al País Vasco y Navarra de forma colectiva, pero sí de forma individual. La portavoz de EH Bildu en Madrid, Mertxe Aizpurua, respondió que la dispersión de etarras por distintas cárceles españolas y francesas “no tiene ningún sentido” y “únicamente se ceba con los familiares”.
En su momento David Pla era la correa de transmisión de las consignas de ETA hacia sus presos. El mantenimiento de la moral del colectivo, su dispersión y excarcelación ha sido uno de los banderines de enganche de la izquierda abertzale, obteniendo incluso la simpatía de quienes no apoyaban la violencia de ETA. El pasado 11 de enero, como cada año, se celebró en Bilbao la ya tradicional manifestación pidiendo la reagrupación de los terroristas, que siempre es multitudinaria. Este año convocó a 70.000 personas según la Ertzaintza. Esta reivindicación es apoyada también por Elkarrekin Podemos, la franquicia del partido morado en Euskadi. También estuvieron presentes dirigentes de ERC, JxCAT y CUP, haciendo un paralelismo entre los presos de ETA y los del Próces.
Otro frente el que el terrorismo de ETA sigue vivo es la batalla por el relato. A finales de enero el histórico miembro de la banda Kubati fue acusado de enaltecimiento del terrorismo por organizar homenajes a sus compañeros. Mientras las manifestaciones de recuerdo a las víctimas siguen presentes, este lunes se producía en el monumento a las mismas en la plaza del Baluarte de Pamplona un acto en el que se afirmó que existe un “silencio cómplice” y que ETA “ha dejado una herencia ideológica de intolerancia incompatible con la libertad y la democracia”, afirmó Eduardo López Doriga en representación de los colectivos convocantes.
Del tratamiento de estos restos de 40 años de terrorismo puede depender la posibilidad de que termine la eterna hegemonía del PNV. A este respecto el todavía líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi afirmó justo antes de convocarse las elecciones:
«El eje vasco de izquierdas con el PSE y Podemos llegará antes de lo que muchos creen«
En declaraciones al diario Vasco de San Sebastián. No es descabellado, cuando el gobierno de España ya está dependiendo de la abstención o los votos de Bildu, que tal pacto pueda producirse cuando el PSOE juzgue que ETA queda lo suficientemente lejos.