El Open de Australia se ha inaugurado este lunes envuelto entre polémica e inquietantes rumores. La causa del amargo despertar del primer torneo Grand Slam del año ha sido una investigación conjunta llevada a cabo por la cadena británica BBC y el portal de noticias BuzzFeed News, que descubría una supuesta trama de corrupción que apunta directamente a la élite mundial del tenis.
Al parecer, hasta 16 jugadores que han formado parte de los 50 mejores del mundo en la última década, incluídos ganadores del Grand Slam, estarían involucrados en un caso de amaño de partidos relacionado directamente con apuestas ilegales.
La Unidad de Integridad del Tenis (TIU) asegura que los tenistas fueron sobornados con hasta 50.000 dólares a cambio de perder deliberadamente algún partido, en complicidad con mafias rusas, del norte de Italia y de Sicilia.
A todos los jugadores se les permitió continuar en la competición y, al parecer ocho de los investigados estarían en el Abierto de Australia que dio comienzo la pasada madrugada.
Estas irregularidades han llevado a la investigación de 26.000 partidos desde hace siete años, algunos de ellos del torneo de Wimbledon, uno de los más prestigiosos a nivel mundial.
Marta J. Funes