El tenista suizo volvería en 2019 a la gira de tierra dos años después
Después de dos años alejado de la tierra batida, Roger Federer podría competir de nuevo la próxima temporada en la superficie de arcilla. Una gira de la que ha estado ausente por decisión personal, ya que tras su última participación en Roma en mayo de 2016 decidió reservar fuerzas para centrarse en la temporada de hierba. Sin embargo, este descanso entre marzo y junio parece demasiado excesivo y aburrido para el tenista, al que parece costarle estar tanto tiempo sin competir contra los mejores.
Como ya dejase caer el pasado mes de septiembre, el de Basilea tomará una decisión “realmente importante” en los próximos días. “Si juego en tierra, lo cambia todo”, dijo entonces en declaraciones a ESPN. Antes de que acabe el año, el actual número 3 del mundo valorará junto a su equipo todas las opciones y planificará una nueva temporada, la 21ª como tenista profesional, que podría volver a tener como protagonista al polvo de ladrillo.
«Es algo que quiero decidir pronto para poder prepararme de la mejor manera posible«, declaró hace unos días en una entrevista para SRF, la televisión pública de su país. Finalizadas sus vacaciones en Londres, el suizo se encuentra entrenando en Dubái antes de marcharse a Perth (Australia), donde pasará el fin de año disputando la Copa Hopman.
El suizo, que actualmente ocupa el tercer puesto en el ránking ATP, volvería así a competir sobre la superficie que más dificultades le ha planteado durante toda su carrera. Su gran debe, el haber coincidido en el tiempo con el auténtico dominador sobre batida en la historia del tenis, el español Rafael Nadal. El manacorí se convirtió en la bestia negra de Roger al arrebatarle el título en la final de Roland Garros durante tres años consecutivos (2006, 2007 y 2008), de la misma forma que lo hizo en la última final entre ambos disputada en 2011 en la capital francesa.
Sin embargo, en 2009, llegó el triunfo más esperado para el de Basilea. Tras años de esfuerzo y decepciones, Federer consiguió reinar sobre la arcilla parisina al derrotar en la final al sueco Robin Söderling, primer jugador capaz de vencer a Nadal en París, en tres sets (6-1, 7-6 [1] y 6-4), completando su particular Grand Slam con el trofeo que le faltaba.
Junto al trofeo de Roland Garros, en el palmarés del suizo sobre arcilla figuran además seis Masters 1000: Hamburgo (2002, 2004, 2005 y 2007) y Madrid (2009 y 2012), a la vez que los títulos ATP cosechados en Múnich (2003), Gstaad (2004), Estoril (2008) y Estambul (2015). Una cifra que sin lugar a dudas intentará incrementar si finalmente disputa la gira de tierra batida como ha dejado entrever.
“A nivel mental y físico, me siento igual que cuando era más joven. Sigo enamorado al máximo del tenis y mientras esto siga así, las cosas irán bien”, indicó el tenista de 37 años, quien siempre ha reconocido que uno de sus sueños es volver a ganar Roland Garros. Ahora, queda en su mano si regresa o no a la tierra batida. De lo que no hay duda es de que, si finalmente lo hace, el aficionado al tenis podrá disfrutar aún más de una de las mejores raquetas del circuito.
Diego Alonso Arecha (@Diego_Alonso23)
Gonzalo Lillo Ferreira (@gonzalillof)
Yadira Rodríguez Sánchez