De la cúspide al naufragio en apenas 4 días, pero con unas cláusulas pendientes. La Superliga de principio a fin.
El domingo 18 de Abril se anunciaba a través de un comunicado la creación de la Superliga Europea con 12 clubes fundadores. Entre ellos: seis clubes ingleses (Arsenal FC, Chelsea FC, Liverpool FC, Manchester City, Manchester United y Tottenham Hotspur), tres clubes italianos (AC Milan, FC Internazionale Milano y Juventus FC) y tres clubes españoles (Atlético de Madrid, FC Barcelona y Real Madrid CF). Con la intención de que se uniesen otros tres clubes como fundadores, pudiendo ser estos el Paris Saint-Germain FC y el Bayern de Munich. Y concluyendo con la unión de otro cinco clubes por méritos en otras competiciones europeas o a través de una carta de invitación, creando así una liga de 20 clubes.
Una de las razones de la creación de la Superliga Europea era la búsqueda de mejoras económicas, ya que los clubes se quejaban de las que les otorgaba hasta el momento la Champions League, organizada por la UEFA. Florentino Pérez, presidente del Real Madrid CF y de la Superliga, alegaba que algunos clubes han llegado a perder hasta 200 millones de euros, y que por eso mismo se habían unido creando una competición con cabida solo para los mejores. Es por ello que la Superliga se iba a sustentar a través de el respaldo de la inversora Key Capital y de la banca JP Morgan, esta última se había comprometido a dar un crédito inicial de más de 3.000 millones de euros, devolviendo los fundadores 264 millones en 23 años, y obteniendo así 4000 millones de euros en la venta de derechos audiovisuales.
En el comunicado se comentaba la intención de dialogar con la UEFA y la FIFA para trabajar en conjunto por el bien del fútbol, algo que fue desmentido poco después por Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA. El cual anunció que habría sanciones para los clubes y los jugadores de estos, siendo estos los más dañados, sin poder jugar con sus selecciones. Para entonces, los equipos fundadores habían interpuesto una demanda y medidas cautelares contra el monopolio que ejercen la UEFA y la FIFA sobre las competiciones.
Los primeros en salir a la calle fueron los hinchas ingleses, exigiendo a sus clubes que salieran de la Superliga, alegando que «el fútbol es de las aficiones». Tras esto, el Primer Ministro de Inglaterra, Boris Johnson, fue el primero en amenazar a los clubes ingleses con dejarles sin los préstamos y las ayudas que han recibido tras la pandemia.
En España también hubo varias «amenazas» a través del presidente de La Liga, Javier Tebas, el cual atacaba sin remordimiento a los clubes fundadores y dándola por muerta desde el primer minuto. El Gobierno de España también demostró su desconformidad respecto a la Superliga, alegando que esta «podía poner en riesgo y devaluar a La Liga española». Al parecer el jueves el mismo Tebas tuvo una comida con Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, el cual le advirtió de que su equipo estaría junto a otros 11 en la creación de la Superliga.
Clubes de la Premier, La Liga y la Serie A demostraron su desconformidad compartiendo un comunicado en sus respectivas redes sociales. Algunos como el Leeds vistieron camisetas, en su partido contra el Liverpool, en las que llevaban estampada la frase «Gánatelo en el campo. El fútbol es de los aficionados».
El martes 20 se empezó a hablar de la salida de dos de los seis clubes ingleses de la Superliga, tras la bomba de la entrevista de Florentino Pérez en el programa «El Chiringuito» en el cual «no dejó títere con cabeza» dando así que hablar y dejando dos bandos muy claros. Fue entonces cuando entrenadores como Pep Guardiola y Jürgen Klopp se mostrasen claramente en contra de la Superliga y de la decisión de las directivas de estos sin la opinión de los suyos. Anunciándose así el primer «despido» de un directivo de los clubes fundadores, el Manchester United anunciaba la salida Ed Woodward como presidente del club.
El primer en anunciar su salida del proyecto fue el Manchester City, seguido así por el Liverpool, el Arsenal, el Tottenham y el Chelsea. La desbandada de los clubes ingleses se confirmaba, dejando así a los italianos y a los españoles solos. Un plan muy ambicioso con el que se pretendía revolucionar la industria del fútbol, pero el cual no tuvo más que 48 horas. Ese martes 20 estuvo tildado por reuniones telemáticas y telefónicas entre los 12 dirigentes, y de la que acabaron bajándose del barco 10 de los 12 clubes. Y es que la desbandada terminó con la salida el miércoles de los tres clubes italianos; Juventus, Inter de Milan y AC Milan, uniéndose a ellos el Atlético de Madrid.
La salida de estos 10 clubes se ha debido a la presión social que les sometieron sus propios hinchas, pero también políticos, periodistas, otros clubes o sus propios jugadores y entrenadores. Todos ellos demostrando su desconformidad en formar parte de una Liga que nadie veía viable. Por otra parte, las amenazas de la FIFA y la UEFA quienes aseguraron mostrar mano dura con los equipos que decidiesen participar. Y por último, pero no menos importante, la pérdida de patrocinios, si los equipos fundadores pretendían incrementar sus ganancias no lo hicieron bien, ya que todo esto hizo que algunos patrocinadores se alejasen de los clubes, como le sucedió al Liverpool con la marca de relojes Tribus.
Mucho se ha hablado estos días de la cláusula millonaria que tendrían que pagar los clubes que han abandonado la Superliga. Se sabe que hay un contrato vinculante y que en él habría una cláusula de penalización de hasta 300 millones de euros, esta tendría atados a los clubes al proyecto aunque la mayoría mostraron la intención de abandonar la competición de manera total. Aunque no ha sido otro que Florentino Pérez, el cual ha negado tal cifra; aunque si que se sabe que la cláusula estaría relacionada con el préstamo de la banca JP Morgan para asegurar la viabilidad del proyecto.
Por el momento, FC Barcelona y Real Madrid CF son los únicos que siguen al pie del proyecto, esperando qué sucede o si la UEFA y la FIFA finalmente apoyan el proyecto.
Autor: Claudia Moreno Traba
